WASHINGTON.- Mientras quedaba en suspenso el proceso legislativo en torno a la
imposición de una junta federal de control fiscal sobre Puerto Rico,
los líderes de la minoría del Senado estadounidense hicieron hoy causa
común con el reclamo de sus colegas demócratas de la Cámara de
Representantes.
Desde el Senado, una docena de demócratas reafirmaron su reclamo a
favor de que el gobierno de Puerto Rico pueda reestructurar toda su
deuda. También rechazaron el apartado de la legislación que permitiría
la transferencia de terrenos dedicados a la conservación en Vieques y
que se reduzca el salario mínimo para los más jóvenes en la Isla.
"Los demócratas del Senado comparten la opinión de que cualquier
legislación para resolver esta crisis debe incluir un eficaz proceso de
reestructuración que permita que Puerto Rico ajuste toda su deuda.
Aunque agradecemos que los republicanos de la Cámara de Representantes
hayan reconocido que el Congreso debe actuar rápidamente para abordar
esta crisis, la legislación presentada ayer no satisface las
expectativas en varias áreas claves", indicaron, entre otros, el líder
de la minoría demócrata, Harry Reid (Nevada), y la portavoz en el Comité
de Energía y Recursos Naturales, María Cantwell (Washington).
Los senadores demócratas consideraron además que "pese a las mejoras
la junta de supervisión tiene poderes excesivos y una inaceptable
estructura de nombramientos".
"Nos oponemos a la incorporación de enmiendas partidistas que
debilitan las protecciones para los trabajadores estadounidenses y a
otras medidas problemáticas y superfluas, como el traspaso de tierras
(en Vieques). La legislación sigue careciendo de protecciones adecuadas
para los titulares de pensiones y jubilados. Además, cualquier solución
integral a la crisis fiscal en Puerto Rico debe abordar la desigualdad
en el cuidado de salud, que si permanece, pone en peligro cualquier
recuperación económica real", agregaron.
En su declaración, los demócratas indicaron que "cada minuto
cuenta, e instamos a los republicanos de la Cámara a seguir trabajando
de manera bipartidista para mejorar esta legislación y que cuente con el
apoyo necesario para ser aprobada por el Senado".
Aunque están en minoría, los demócratas del Senado tienen suficientes
votos – 46- de 100-, para bloquear cualquier medida. En el Senado, si
un solo senador se opone a un proyecto de ley, se requieren 60 para que
pueda ir a votación final.
La declaración la firman también el portavoz adjunto de la minoría,
Richard Durbin (Illinois), Elizabeth Warren (Massachusetts), Ron Wyden
(Oregón), Robert Menéndez (Nueva Jersey), Kirsten Gillirband (Nueva
York), Richard Blumenthal (Connecticut), Patrick Leahy (Vermont) y Bill
Nelson (Florida).
Previamente, la portavoz de la minoría demócrata en la Cámara baja,
Nancy Pelosi (California), había mantenido también sus objeciones en
torno al proyecto de ley republicano, presentado el martes por el
congresista Sean Duffy (Wisconsin).
"Se necesita más trabajo en el corazón de la propuesta republicana
para mejorar la formación y el alcance de la junta y agilizar el proceso
de reestructuración (de la deuda) para hacerlo funcionar mejor", indicó
Pelosi.
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