viernes, 8 de marzo de 2019

El sistema de salud de Puerto Rico no logra reconstruirse

SAN JUAN.- Diecisiete meses después del huracán María, la remota isla puertorriqueña de Vieques todavía está esperando dinero federal para reconstruir su hospital. No llegará a tiempo para darle tranquilidad a Zuleima Nieves.

Ella y los otros 9.000 residentes de Vieques dependen de una clínica improvisada en un antiguo refugio para tormentas y de tres remolques para diálisis, odontología y atención básica. 
Pero la mujer de 22 años con hipertiroidismo tiene aproximadamente seis meses de un embarazo de alto riesgo y debe viajar a San Juan cada dos semanas para realizarse controles. Cuando lleguen los dolores de parto, será hora de correr hacia la "isla grande".
"Si algo sucede aquí en Vieques, no podrán cuidarme", dice Nieves, residente de toda la vida de este antiguo puesto de la marina estadounidense, aproximadamente ocho millas al este de la parte continental de Puerto Rico.
En toda la comunidad, los ciudadanos luchan mientras una ayuda proyectada de US$55.000 millones llega por pedazos y la Casa Blanca se tambalea en su apoyo a la reconstrucción. Esta semana, el presidente Donald Trump prometió "tratamiento de primera" para los residentes afectados por un tornado en Alabama, un estado en el que goza de un fuerte apoyo. 
En cambio, se ha opuesto a la ayuda futura para Puerto Rico y ha asegurado falsamente que la isla en quiebra quería usarla para pagar su deuda de más de 70.000 millones de dólares. 
Recientemente, la Casa Blanca incluso consideró apropiarse de fondos de recuperación asignados por el Congreso para pagar un muro fronterizo entre México y EE.UU.
María mató a unas 3.000 personas en los meses posteriores a su paso en septiembre de 2017, arrasó viviendas y negocios y acabó con la electricidad. Hasta el momento, la mancomunidad ha identificado 7.505 sitios de reconstrucción y entregado 4.792 informes a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), en busca de reparaciones importantes. 
Sólo 67 proyectos están avanzando, según el gobierno de Puerto Rico. En un período similar después del huracán Katrina en 2005 –el último huracán en EE.UU. de magnitud similar a la de María– había más de 9.000 en curso.
Solo 371,3 millones se destinarán a lo que FEMA denomina trabajo permanente: restauración de la infraestructura y las instalaciones a niveles anteriores al desastre. De eso, solo 35 millones se han desembolsado, principalmente para carreteras y puentes.
Puerto Rico ha sido tratado de manera diferente desde el principio. 
Un informe de la Universidad de Míchigan publicado en la revista BMJ Global Health estudió los periodos críticos después de María, el huracán Irma en Florida y el huracán Harvey en Texas. 
El gobierno federal demoró 30 veces más tiempo en Puerto Rico para alcanzar las tasas de personal de Florida, concluyó. 
Además, 30 días después de María, solo 116,3 millones del gobierno federal estaban en los bolsillos de los sobrevivientes, en comparación con 1.090 millones en Texas y 847 millones en Florida.
"Necesitamos ir a la causa de todo, que es que Puerto Rico es un territorio colonial de EE.UU.", dijo el gobernador, Ricardo Rosselló en una entrevista el mes pasado en Washington. "Siempre va a ser un problema de impotencia".
Puerto Rico ha estado buscando dinero para el hospital de Vieques desde semanas después de la tormenta, asegura Omar Marrero, director ejecutivo de la Oficina Central de Puerto Rico para la Recuperación, la Reconstrucción y la Resiliencia. FEMA primero planeó una nueva estructura por 26 millones, una estimación que aumentó a 57 millones. 
Luego, la agencia propuso 1 millón simplemente para rehabilitar el edificio original, dijo. Hernández, de FEMA, dice que un equipo de 20 miembros terminó una evaluación final en enero y un panel independiente decidirá en marzo.
Mientras tanto, Diana Rivas, una paciente de cáncer de 60 años en remisión, asegura que algunos de sus compañeros eligen morir en lugar de pasar días viajando para quimioterapias y radiaciones. 
Los pacientes deben levantarse a las 4:00 a.m., tomar un ferry de una hora y luego viajar dos horas a San Juan. Los ferries son poco fiables; el fin de semana pasado, dos embarcaciones dañadas interrumpieron el transporte de carga, lo que llevó al gobernador a activar la Guardia Nacional para entregar alimentos y medicamentos.
"Si quieres salvar tu vida, tienes que viajar a la isla grande y rezar para que no pase nada en el camino", dice Rivas.
La comunidad está buscando otros fondos federales aparte de los de FEMA. El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE.UU. dijo la a semana pasada que la isla será elegible para 8.220 millones en subvenciones para desastres, además de los 1.500 millones que ya se han asignado. 
No obstante, en un comunicado de prensa, el departamento dijo que tenía serias preocupaciones sobre las irregularidades fiscales pasadas de Puerto Rico y prometió condiciones estrictas y controles financieros.
Nieves, la mujer que espera a su primer hijo, está empezando a pensar que podría ser hora de dejar su hogar de toda la vida.
"Estoy aquí por ahora, pero si las cosas se ponen mal o siento algo, me iré a San Juan", dice. "No pondré mi vida ni la de mi bebé en peligro".

Los bancos vuelven al Patrón Oro / Guillermo Herrera *

Los bancos centrales de todo el mundo se han lanzado a la compra masiva de oro, como un activo de refugio, a cambio de deshacerse de sus dólares de la Reserva Federal, con el fin de prepararse para el proceso de reseteo monetario que China ha empezado a ejecutar el día 5 de febrero coincidiendo con el comienzo del año del cerdo, y que durará 24 meses, con la implantación del sistema financiero cuántico.

En total, los bancos centrales compraron 651,5 toneladas de oro en 2018, lo que supone un incremento del 74% respecto a las adquisiciones del año anterior, y se espera que los bancos centrales adquieran otras seiscientas toneladas de oro físico este mismo año de 2019. Las reservas de oro están en manos de los bancos centrales como depósitos de valor.

El costo de transición para regresar al patrón oro sería muy bajo. A diferencia del caso europeo con la transición al euro, no sería necesario redenominar los precios, porque la denominación del dólar se mantendría. Con una tasa adecuada entre el dólar y el oro, los precios no necesitarían pegar un salto.

RUSIA Y TURQUÍA
A la cabeza de las compras estuvo el Banco Central Ruso, como reflejo de la política de Vladimir Putin de ‘desdolarizar’ sus reservas. Compró 247,3 toneladas después de trece años de compras ininterrumpidas para acumular 2.066,2 toneladas, lo que le sitúa como el sexto país del mundo con más reservas de oro, por detrás de Estados Unidos y Alemania que son los líderes.

El segundo comprador más activo del año fue Turquía que adquirió 55,5 toneladas en 2018. Eso fue un 40% menos de lo que había comprado el año anterior. Y es que los problemas financieros y la tensión inflacionista que ha tenido que soportar desde el pasado verano, obligaron al Banco Central Turco a vender dieciseis toneladas de sus reservas de oro en noviembre.

Los pequeños inversores también apostaron más por el oro físico en 2018, ya que la inversión minorista en lingotes y monedas creció un 4% hasta 1.090 toneladas. El aumento en la demanda de oro físico ya comenzó a repuntar el año pasado y parece que la tendencia continuará en los próximos años.

MOTIVOS DIVERSOS
La debilidad del dólar de la Reserva Federal es uno de los motivos que ha impulsado esta demanda, ya que el oro es la mejor forma de protegerse contra la inflación a lo largo de la historia ante las turbulencias financieras que se atisban en el horizonte a causa de las reformas previstas del sistema financiero, especialmente a partir del día 31 de marzo.

Los riesgos geopolíticos, la incertidumbre comercial y la ralentización del crecimiento son otras razones de los bancos centrales para buscar un refugio seguro en el oro, ya que este metal precioso tiene tendencia a subir siempre. A ello se añaden la volatilidad del mercado de valores y los signos de debilidad en la economía, especialmente en último trimestre de año.

También se añade a ello el peso creciente de la moneda china, que es el nuevo petro-yuan respaldado por oro, una divisa que están comprando cada día más para las reservas de los bancos centrales a causa del poder y de la seguridad que ofrece dicha moneda.

Pero el verdadero motivo por el cual se quiere regresar al patrón oro radica en el comercio internacional, ya que las monedas no valen igual actualmente. El dólar, el euro, la libra esterlina, que son monedas estables, están renuentes a aceptar a otras monedas por miedo a que se devalúen. 

Al ingresar el patrón oro todas las monedas tendrían el mismo valor proporcional automáticamente. Si todas las monedas se respaldan en oro, todos los socios comerciales saben que pueden redimir el oro en lugar de las monedas. Por lo tanto no existiría el miedo a la devaluación.

EL PATRÓN ORO
El patrón oro es un sistema monetario que fija el valor de la unidad monetaria en términos de una determinada cantidad de oro. El emisor de la divisa garantiza que pueda dar al poseedor de sus billetes la cantidad de oro consignada en ellos.

Históricamente, la vigencia del patrón oro imperó durante el siglo XIX como base del sistema financiero internacional. Terminó a raíz de la primera guerra mundial, puesto que los gobiernos beligerantes necesitaron imprimir mucho dinero fiduciario para financiar el esfuerzo bélico, sin tener la capacidad de respaldar ese dinero en metal precioso.

Durante los Acuerdos de Bretton Woods, se decidió adoptar el dólar estadounidense como divisa internacional, bajo la condición de que la Reserva Federal (el banco central de ese país) sostuviera el patrón oro. 

Pero a partir de 1971, Estados Unidos abandonó el patrón oro, y por lo tanto el valor del dólar pasa a sostenerse exclusivamente en una imposición legal del gobierno estadounidense, bajo la forma de una moneda fiduciaria o dinero por decreto, sin valor intrínseco, pero con un valor legal propio. 

El único respaldo del petrodólar son las ventas de petróleo a futuros, pero ese respaldo se está quebrando ahora con la adopción del petro-yuan respaldado por oro que es una divisa mucho más fuerte y segura.



(*) Periodista español