Los
bancos centrales de todo el mundo se han lanzado a la compra
masiva de oro, como un activo de refugio, a cambio de
deshacerse de sus dólares de la Reserva Federal, con el fin
de prepararse para el proceso de reseteo monetario
que China ha empezado a ejecutar el día 5 de febrero coincidiendo
con el comienzo del año del cerdo, y que durará 24 meses, con la
implantación del sistema financiero cuántico.
En total, los bancos centrales compraron 651,5 toneladas de oro en
2018, lo que supone un incremento del 74% respecto a las
adquisiciones del año anterior, y se espera que los bancos centrales
adquieran otras seiscientas toneladas de oro físico este mismo año
de 2019. Las reservas de oro están en manos de los bancos centrales
como depósitos de valor.
El costo de transición para regresar al patrón oro
sería muy bajo. A diferencia del caso europeo con la transición
al euro, no sería necesario redenominar los precios, porque la
denominación del dólar se mantendría. Con una tasa adecuada entre
el dólar y el oro, los precios no necesitarían pegar un salto.
RUSIA Y TURQUÍA
A la cabeza de las compras estuvo el Banco Central
Ruso, como reflejo de la política de Vladimir
Putin de ‘desdolarizar’ sus reservas. Compró 247,3 toneladas
después de trece años de compras ininterrumpidas para acumular
2.066,2 toneladas, lo que le sitúa como el sexto país del mundo con
más reservas de oro, por detrás de Estados Unidos y Alemania que
son los líderes.
El segundo comprador más activo del año fue Turquía que
adquirió 55,5 toneladas en 2018. Eso fue un 40% menos de lo que
había comprado el año anterior. Y es que los problemas financieros
y la tensión inflacionista que ha tenido que soportar desde el
pasado verano, obligaron al Banco Central Turco a vender dieciseis
toneladas de sus reservas de oro en noviembre.
Los pequeños inversores también apostaron más por el oro físico
en 2018, ya que la inversión minorista en lingotes y monedas creció
un 4% hasta 1.090 toneladas. El aumento en la demanda de oro físico
ya comenzó a repuntar el año pasado y parece que la tendencia
continuará en los próximos años.
MOTIVOS DIVERSOS
La debilidad del dólar de la Reserva Federal es uno de
los motivos que ha impulsado esta demanda, ya que el oro es la mejor
forma de protegerse contra la inflación a lo largo de la historia
ante las turbulencias financieras que se atisban en el horizonte a
causa de las reformas previstas del sistema financiero, especialmente
a partir del día 31 de marzo.
Los riesgos geopolíticos, la incertidumbre comercial y la
ralentización del crecimiento son otras razones de los bancos
centrales para buscar un refugio seguro en el oro, ya que este metal
precioso tiene tendencia a subir siempre. A ello se añaden la
volatilidad del mercado de valores y los signos de
debilidad en la economía, especialmente en último
trimestre de año.
También se añade a ello
el peso creciente de la moneda china,
que es el nuevo petro-yuan respaldado por oro, una
divisa que están comprando cada día más para las reservas de los
bancos centrales a causa del poder y de la seguridad que ofrece dicha
moneda.
Pero el verdadero motivo por el
cual se quiere regresar al
patrón oro
radica en el comercio internacional, ya
que las monedas no
valen igual actualmente. El
dólar, el euro, la libra esterlina, que son monedas estables, están
renuentes a aceptar a otras monedas por miedo a que se devalúen.
Al
ingresar el patrón oro todas las monedas tendrían el mismo valor
proporcional automáticamente.
Si todas las monedas se respaldan en oro, todos los socios
comerciales saben que pueden redimir el oro en lugar de las monedas.
Por lo tanto no
existiría el miedo a la devaluación.
EL PATRÓN ORO
El patrón oro es un sistema monetario que fija el valor de la unidad
monetaria en términos de una determinada cantidad de oro. El
emisor de la divisa garantiza que pueda dar al poseedor de sus
billetes la cantidad de oro consignada en ellos.
Históricamente, la vigencia del patrón oro imperó durante el siglo
XIX como base del sistema financiero internacional. Terminó a
raíz de la primera guerra mundial,
puesto que los gobiernos beligerantes necesitaron imprimir mucho
dinero fiduciario para financiar el esfuerzo bélico, sin tener la
capacidad de respaldar ese dinero en metal precioso.
Durante los Acuerdos de Bretton Woods, se decidió adoptar el
dólar estadounidense como divisa internacional, bajo la condición
de que la Reserva Federal (el banco central de ese país) sostuviera
el patrón oro.
Pero a partir de 1971, Estados Unidos abandonó
el patrón oro, y por lo tanto el valor del dólar pasa a
sostenerse exclusivamente en una imposición legal del gobierno
estadounidense, bajo la forma de una moneda fiduciaria o dinero por
decreto, sin valor intrínseco, pero con un valor legal propio.
El
único respaldo del petrodólar son las ventas de petróleo a
futuros, pero ese respaldo se está quebrando ahora con la
adopción del petro-yuan respaldado por oro que es una divisa mucho
más fuerte y segura.
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