SAN JUAN.- El Partido Comunista de Puerto Rico (PCPR) extendió hoy un "fraternal
abrazo revolucionario" a la clase trabajadora este Primero de Mayo,
haciendo un llamamiento a honrar la fecha "luchando contra la colonia".
"La lucha de los mártires de Chicago continúa siendo la lucha de obreros
y obreras que sufren hoy el resquebrajamiento de sus derechos y niveles
de vida alcanzados con fuego y sangre" expresó la Comisión Política del
PCPR con motivo del Día Internacional de los Trabajadores.
Destacó que la clase obrera puertorriqueña, que no es ajena a esa realidad, lucha "contra el régimen colonial en crisis".
"Es necesario dirigir nuestras fuerzas a un rechazo contundente a la imposición de una junta de control fiscal sobre los hombros del pueblo", dijo en referencia al mecanismo que impulsa el Congreso de Estados Unidos para profundizar su dominio sobre esta isla del Caribe, que invadió en 1898.
Para los comunistas puertorriqueños tal imposición representa la herramienta más adecuada del gran capital para disciplinar a la clase trabajadora "con la imposición de un salario que llene las necesidades de los magnates financieros del mercado mundial".
La imposición de la junta fiscal pretende "el desmantelamiento severo de todo lo que hemos adquirido y defendido con lucha y resistencia desde hace más de medio siglo en pos de nuestras necesidades como clase trabajadora".
El PCPR advirtió que mediante ese mecanismo se "reducirán los servicios públicos de protección social, los cuales, mal o bien, son brindados al pueblo obrero", lo que afectará principalmente a la niñez y los ancianos.
"Nos impondrán una carga descomunal de impuestos a la clase trabajadora y los pequeños negocios, y con esto el lanzamiento de una ofensiva del pillaje desenfrenado de los recursos del país", subrayó la organización comunista en declaraciones entregadas a Prensa Latina en San Juan.
Apuntó que esto significa la liquidación de cualquier espacio de gobierno propio que se podría instalar entre las grietas del aparato de administración colonial.
Aclaró que los trabajadores no tenemos que sentirnos responsables por el desastre ni sentirnos obligados a pagar por los trastes rotos, pues la deuda es un problema del capitalismo y la situación colonial.
"Imponer el crédito sobre los pueblos para que consuma la producción en exceso generada que no se logra vender es un crimen sobre millones de personas y las masas trabajadoras no lo podemos legitimar; el pueblo obrero debe anular la deuda ilegal", aclaró.
Los comunistas boricuas condenaron a los colaboradores del régimen colonial en quiebra, que "ha traicionado al pueblo", aparte de que "no ha hecho otra cosa que administrar y dirigir los fondos públicos hacia las alcancías de los buitres de Wall Street y sus parásitos boricuas".
El Partido Comunista consideró que la imposición de una junta de control fiscal representa el abandono de toda pretensión democrática por el obstáculo que implica para maximizar la ganancia del capital financiero.
"El circo electoral es una mera distracción; son igualmente cómplices en esta ofensiva todos aquellos que desvíen a los obreros del único camino revolucionario que realmente solucionará la crisis social; aquellos que convencen a los obreros de soluciones que conserven la lógica de la propiedad privada capitalista", estableció.
Los comunistas boricuas llamaron "a todo el sector revolucionario y anticolonial, a desafiar y resistir activamente este intento de añadirle más cadenas a la intolerable subordinación colonial".
Destacó que la clase obrera puertorriqueña, que no es ajena a esa realidad, lucha "contra el régimen colonial en crisis".
"Es necesario dirigir nuestras fuerzas a un rechazo contundente a la imposición de una junta de control fiscal sobre los hombros del pueblo", dijo en referencia al mecanismo que impulsa el Congreso de Estados Unidos para profundizar su dominio sobre esta isla del Caribe, que invadió en 1898.
Para los comunistas puertorriqueños tal imposición representa la herramienta más adecuada del gran capital para disciplinar a la clase trabajadora "con la imposición de un salario que llene las necesidades de los magnates financieros del mercado mundial".
La imposición de la junta fiscal pretende "el desmantelamiento severo de todo lo que hemos adquirido y defendido con lucha y resistencia desde hace más de medio siglo en pos de nuestras necesidades como clase trabajadora".
El PCPR advirtió que mediante ese mecanismo se "reducirán los servicios públicos de protección social, los cuales, mal o bien, son brindados al pueblo obrero", lo que afectará principalmente a la niñez y los ancianos.
"Nos impondrán una carga descomunal de impuestos a la clase trabajadora y los pequeños negocios, y con esto el lanzamiento de una ofensiva del pillaje desenfrenado de los recursos del país", subrayó la organización comunista en declaraciones entregadas a Prensa Latina en San Juan.
Apuntó que esto significa la liquidación de cualquier espacio de gobierno propio que se podría instalar entre las grietas del aparato de administración colonial.
Aclaró que los trabajadores no tenemos que sentirnos responsables por el desastre ni sentirnos obligados a pagar por los trastes rotos, pues la deuda es un problema del capitalismo y la situación colonial.
"Imponer el crédito sobre los pueblos para que consuma la producción en exceso generada que no se logra vender es un crimen sobre millones de personas y las masas trabajadoras no lo podemos legitimar; el pueblo obrero debe anular la deuda ilegal", aclaró.
Los comunistas boricuas condenaron a los colaboradores del régimen colonial en quiebra, que "ha traicionado al pueblo", aparte de que "no ha hecho otra cosa que administrar y dirigir los fondos públicos hacia las alcancías de los buitres de Wall Street y sus parásitos boricuas".
El Partido Comunista consideró que la imposición de una junta de control fiscal representa el abandono de toda pretensión democrática por el obstáculo que implica para maximizar la ganancia del capital financiero.
"El circo electoral es una mera distracción; son igualmente cómplices en esta ofensiva todos aquellos que desvíen a los obreros del único camino revolucionario que realmente solucionará la crisis social; aquellos que convencen a los obreros de soluciones que conserven la lógica de la propiedad privada capitalista", estableció.
Los comunistas boricuas llamaron "a todo el sector revolucionario y anticolonial, a desafiar y resistir activamente este intento de añadirle más cadenas a la intolerable subordinación colonial".