SAN JUAN.- El cierre parcial de la
administración estadounidense, a punto de cumplir un mes, afecta a
Puerto Rico, un territorio del país norteamericano con miles de
funcionarios y decenas de entidades federales que sufren las
consecuencias de la decisión del presidente Donald Trump:
- Más de 10.000 empleados federales desempeñan su trabajo en Puerto Rico.
- Cerca de 60 agencias federales estadounidenses cuentan con presencia
en la isla caribeña en todo tipo de ámbitos de la vida pública.
- La Compañía de Turismo anunció un acuerdo con el Servicio de Parques
Nacionales (NPS, en inglés) para que el Castillo San Felipe del Morro y
el Castillo San Cristóbal, dos de las principales atracciones turísticas
de la isla, se mantengan operando en su horario habitual, mientras dure
el cierre parcial del Gobierno Federal.
- Los
representantes de AFL-CIO -principal sindicato de Estados Unidos- en
Puerto Rico reconocen que la situación de los empleados federales en la
isla es complicado debido a la incertidumbre por el cobro de sus
salarios.
- Fuentes sindicales estiman que el cierre
del Gobierno ha provocado un ausentismo difícil de cuantificar pero que
sí afecta en puestos administrativos.
- Los funcionarios de agencias de seguridad se mantienen mayoritariamente en sus puestos, tal y como exige la normativa.
- El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, reconoció que el
cierre parcial de la Administración estadounidense puede complicar aún
más el desembolso de fondos para las obras de reconstrucción asociadas
al impacto del huracán María.
- Parte del personal
del Departamento de Vivienda federal interrumpió sus labores, lo que ha
atrasado la aprobación del plan sobre el uso de los fondos provenientes
del Programa de Subvención para el Desarrollo Comunitario para la
Recuperación ante Desastres que está destinado a paliar los daños
provocados por el huracán María.
- FEMA, la agencia
que más ayuda presta para paliar los efectos del huracán María, anuncio
que su línea telefónica de ayuda para Puerto Rico permanecería abierta a
pesar del cierre.
- La posibilidad de que miles de
empleados federales no cobren sus salarios supone un nuevo golpe para la
debilitada economía de la isla caribeña.