MIAMI.- Parapetado casi un año tras una cifra inverosímil por baja, el Gobierno de Puerto Rico ha comenzado a reconocer públicamente el volumen real de muertes vinculables a los efectos del huracán María. Hasta la fecha el número oficial es 64, pero en un documento reciente se estima en más de 1.427.
El dato aparece en un borrador de julio de un informe del Gobierno de
la isla al Congreso de EE UU en el que reclama fondos para la
reconstrucción del país. Entre los daños provocados por el huracán María
en septiembre de 2017, ya avanzado el documento –página 28–, se
menciona la cantidad revisada de defunciones relacionables con la
devastación.
Dos páginas después, se atestigua que la cifra es "mucho
mayor" que la del recuento inicial. En los últimos cuatro meses de 2017
hubo 1.427 muertes más de lo normal comparado con la media de los cuatro
años anteriores.
La cifra incluiría muertes por causas directas o indirectas. En la
versión final del informe, según indica una fuente del gobierno a The
New York Times, se añadirá que estas defunciones "pueden ser o no
atribuibles" al huracán María.
En el borrador se anuncia que el número
final de muertes vinculables al desastre lo establecerá un estudio
encargado por el Gobierno de Puerto Rico a la Universidad George
Washington, que se publicará próximamente.
En un estudio de Harvard
divulgado en mayo, citado en el propio borrador, se estimaba que los
fallecimientos por causa indirecta de María estarían entre una amplia
horquilla que iría de los 800 a los 8.500, la mayoría por las graves
carencias de atención médica en hospitales y domicilios que provocó la
caída de la red eléctrica durante meses, afectando en especial a los
dependientes de máquinas de diálisis y de oxígeno. Las zonas más
afectadas fueron las golpeadas de lleno por el huracán y las montañosas.
El huracán María arrasó Puerto Rico el 20 de septiembre de 2017 con
vientos de hasta 250 kilómetros por hora. Fue el quinto huracán más
fuerte que ha golpeado territorio de EE UU (Puerto Rico es un Estado
Libre Asociado). Justo antes de chocar con la isla era un huracán de
fuerza cinco –nivel máximo– y al llegar a la isla se degradó ligeramente
a cuatro.
Medio millones de hogares (en un país de 3,3 millones de habitantes)
sufrieron daños. Decenas de escuelas tuvieron que cerrar y muchos
hospitales estuvieron semanas funcionando bajo mínimos. Los desperfectos
en infraestructuras públicas, según el gobierno, sumaron unos 30.000
millones de dólares.
Para el plan de reconstrucción, Puerto Rico pide a
Washington 139.000 millones de dólares, incluidos 33.000 para vivienda,
30.000 para suministro de agua y 26.000 para el servicio eléctrico, según el diario español El País.