PUERTO PRÍNCIPE.- La situación política haitiana vuelve a complicarse hoy, esta vez
por la renuencia de sectores partidarios del expresidente Michel
Martelly a que se verifique un posible fraude en las elecciones del
2015.
El propio Martelly rompió su silencio al enviar una carta al presidente
interino Jocelerme Privert reclamándole que respete el acuerdo del 5 de
febrero que preveía la continuación del proceso electoral en curso.
"Dos meses después del final de mi mandato y después de haber negociado y firmado con usted un acuerdo, el país está amenazado por una crisis más profunda que la que quería evitar", dijo Martelly en su carta.
Para Martelly, algunos políticos haitianos recurren a todos los trucos posibles para impedir la celebración de elecciones y ofrecen al mundo el triste espectáculo de que todos están motivados por intereses personales y mezquinos.
Martelly reclamó con urgencia iniciar la organización de la segunda vuelta de los comicios presidenciales y elegir un gobierno legítimo a tiempo.
También criticó lo que llamó "demartelización", pues considera que muchos de sus colaboradores han sido humillados al ser investigados por supuesta corrupción y privados de su libertad de movimiento, lo que les impide salir del país.
Paralelamente, el senador Jean Renel Senatus acusó a Privert de violar el acuerdo con Martelly al constituir un comité de auditoría electoral y expresó decepción por supuestos abusos del primer ministro Jean Charles Enex.
Otros dos senadores, Jean Marie Salomón y Ronald Etienne Pestel, favorables a Martelly, llamaron a deponer a Privert, a quien acusan de "planear la disolución de parlamento y conformar una dictadura".
En tanto, el portavoz del exoficialista Partido Haitiano Tet Kale (PHTK), Rudy Hérivaux, consideró inapropiado crear una comisión de verificación electoral porque atrasaría los comicios y puede generar manipulaciones.
Si está seguro de su victoria del 25 de octubre, el PHTK no debe tener miedo, opinó por su parte Mathias Pierre, vocero de la plataforma Pitit Dessalines, quien afirmó que la comisión de auditoría sería un paso en la dirección correcta.
La Comisión de Verificación Electoral se está conformando, aseveró Pierre Esperance, uno de los representantes del sector de los derechos humanos dentro del comité responsable de esa tarea.
Esa comisión comprenderá cinco sectores en representación del Instituto de Contadores, la asociación de ingenieros y arquitectos, la Iglesia Anglicana, un exasesor de la elección y un miembro de la comisión de evaluación electoral independiente, creada en 2015 por el propio Martelly, aclaró Esperance.
El presidente del nuevo Consejo Electoral Provisional (CEP), Leopold Berlanger, aclaró que la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Haití, previstas para el 24 de abril, no se llevarán a cabo para esa fecha.
Alegó como impedimento "los problemas políticos ocurridos en el país" y consideró oportuna la labor de una comisión de verificación que restablezca la confianza en el proceso electoral esclareciendo los controvertidos resultados de los comicios de 2015.
Después de conformado legalmente el tribunal electoral, el presidente Privert prometió no interferir en sus asuntos.
"Dos meses después del final de mi mandato y después de haber negociado y firmado con usted un acuerdo, el país está amenazado por una crisis más profunda que la que quería evitar", dijo Martelly en su carta.
Para Martelly, algunos políticos haitianos recurren a todos los trucos posibles para impedir la celebración de elecciones y ofrecen al mundo el triste espectáculo de que todos están motivados por intereses personales y mezquinos.
Martelly reclamó con urgencia iniciar la organización de la segunda vuelta de los comicios presidenciales y elegir un gobierno legítimo a tiempo.
También criticó lo que llamó "demartelización", pues considera que muchos de sus colaboradores han sido humillados al ser investigados por supuesta corrupción y privados de su libertad de movimiento, lo que les impide salir del país.
Paralelamente, el senador Jean Renel Senatus acusó a Privert de violar el acuerdo con Martelly al constituir un comité de auditoría electoral y expresó decepción por supuestos abusos del primer ministro Jean Charles Enex.
Otros dos senadores, Jean Marie Salomón y Ronald Etienne Pestel, favorables a Martelly, llamaron a deponer a Privert, a quien acusan de "planear la disolución de parlamento y conformar una dictadura".
En tanto, el portavoz del exoficialista Partido Haitiano Tet Kale (PHTK), Rudy Hérivaux, consideró inapropiado crear una comisión de verificación electoral porque atrasaría los comicios y puede generar manipulaciones.
Si está seguro de su victoria del 25 de octubre, el PHTK no debe tener miedo, opinó por su parte Mathias Pierre, vocero de la plataforma Pitit Dessalines, quien afirmó que la comisión de auditoría sería un paso en la dirección correcta.
La Comisión de Verificación Electoral se está conformando, aseveró Pierre Esperance, uno de los representantes del sector de los derechos humanos dentro del comité responsable de esa tarea.
Esa comisión comprenderá cinco sectores en representación del Instituto de Contadores, la asociación de ingenieros y arquitectos, la Iglesia Anglicana, un exasesor de la elección y un miembro de la comisión de evaluación electoral independiente, creada en 2015 por el propio Martelly, aclaró Esperance.
El presidente del nuevo Consejo Electoral Provisional (CEP), Leopold Berlanger, aclaró que la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Haití, previstas para el 24 de abril, no se llevarán a cabo para esa fecha.
Alegó como impedimento "los problemas políticos ocurridos en el país" y consideró oportuna la labor de una comisión de verificación que restablezca la confianza en el proceso electoral esclareciendo los controvertidos resultados de los comicios de 2015.
Después de conformado legalmente el tribunal electoral, el presidente Privert prometió no interferir en sus asuntos.
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