SAN JUAN.- Uno de los huracanes más fuertes en la historia de Puerto Rico golpeó la isla este miércoles, arrancando techos y puertas, derribando torres de electricidad y desatando fuertes inundaciones en una embestida que podría profundizar todavía más la crisis financiera del territorio estadounidense, que se salvó por los pelos del huracán Irma. La isla, donde viven 3,3 millones de personas se quedó totalmente sin electricidad.
Asimismo, Abner Gómez, director de la Agencia Estatal para el
Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (AEMEAD) subrayó en
conferencia de prensa que “todavía el jueves no es momento para salir”.
“Recuerden que hay tendido eléctrico en el suelo y eso puede provocar
accidentes”, advirtió el máximo responsable de AEMEAD, que confirmó que el 100 % de la isla, donde viven 3,3 millones de personas, se encuentra ya sin suministro eléctrico por el paso del huracán María.
María, que se llevó la vida de nueve personas en su estela a través
del Caribe, tocó tierra portorriqueña a las 6.15 hora local (10.15 GMT),
en la ciudad costera del sureste de Yabucoa como un huracán de categoría 4, con vientos de 250 kilómetros por hora.
El ojo del huracán salió este mediodía de la isla pero se espera que el
ciclón siga castigando la isla con vientos potencialmente mortales
durante un lapso de 12 a 24 horas.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC)
de Estados Unidos estimó que minutos antes de salir de Puerto Rico este
huracán tenía vientos de 220 kilómetros por hora y se desplazaba rumbo
noroeste a una velocidad de 19 km/h.
La isla sufrió “severos” daños por el paso del destructivo
ciclón, pero hasta el momento no hay informes de posibles víctimas.
El
gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosello, subrayó que el peligro por
este ciclón de categoría 4 continúa y todavía queda por lo menos
“un día completo de lluvia”. El Gobernador añadió que los servicios de
rescate todavía no pueden salir a cumplir sus funciones hasta que los
vientos bajen, pero han recibido peticiones para rescatar a personas en
distintos lugares de la isla.
La alcaldesa de San Juan, la capital, Carmen Yulin Ruiz, valoró que la
isla ya no volvería a ser la misma (al menos a corto plazo): “Nuestra
vida como la conocíamos cambió”. Asimismo la alcaldesa instó a los
ciudadanos a comenzar a racionar el suministro, ya que, consideró, van a
“estar cuatro meses sin luz”, en declaraciones recogidas por el diario El Nuevo Día.
Mientras la gente se refugió en las escaleras, los baños y los
armarios, María lentamente atravesó la isla, derribando torres de
comunicación, rompiendo árboles y descargando al menos 20 centímetros de
lluvia. Se registraron inundaciones generalizadas en toda la isla, con
docenas de automóviles sumergidos en algunos barrios y muchas calles
convertidas en ríos.
Puerto Rico está luchando por reestructurar una parte de su deuda
pública de 73.000 millones de dólares, y el gobierno ha advertido que se
está quedando sin dinero, ya que se ocupa de los permisos y otras
medidas de austeridad impuestas por una junta federal que supervisa las
finanzas de la isla.
El gobernador Ricardo Rosselló instó a la gente a tener fe: “Somos
más fuertes que cualquier huracán, juntos reconstruiremos”.
Posteriormente pidió al presidente Donald Trump que declarara la isla
como una zona de desastre, un paso que abriría el camino a la ayuda
federal.
Cientos de viviendas han sido destruidas por los fuertes vientos que
acompañan al ciclón, de más de 220 kilómetros por hora, y las constantes
lluvias han ocasionado que varios ríos se desborden en la isla
caribeña. El 80 % de las residencias en el sector
Juana Matos en Cataño, cerca de San Juan, quedaron totalmente arrasadas y
las imágenes en las redes sociales muestran automóviles volcados y
árboles arrancados.
Igualmente, varios hospitales en San Juan y la
ciudad colindante de Caguas sufrieron serios daños en sus estructuras,
por lo que los pacientes tuvieron que ser evacuados a lugares más
seguros. Más de 4.400 personas se encontraban en refugios a fines del
martes, dijo el gobernador.
María es el primer huracán de categoría 4 en más de 80 años que golpea
la isla de Puerto Rico, donde viven 3,3 millones de personas. Se espera
que María continúe ese rumbo con un decrecimiento paulatino de la
velocidad hasta el viernes por la mañana.
El centro del huracán pasará
esta noche y el jueves sobre aguas cercanas a la costa nororiental de
República Dominicana y después se desplazará cerca de las Islas Turcos y
Caicos y el sureste de Bahamas el jueves por la noche y el viernes.
No se esperan muchos cambios en la fuerza del huracán en las próximas 48
horas y María va a seguir siendo un huracán peligroso a lo largo del
vienes, dice NHC.
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