SAN JUAN.- El gobierno de Puerto Rico presentará ante la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) la
situación de crisis fiscal, económica y humana que sufre el país y una
denuncia de la falta de respuesta del gobierno de Estados Unidos a sus
pedidos de ayuda.
La Oficina del Gobernador de la Isla
anunció que viajaría a Washington D.C. el secretario de
Asuntos Públicos, Jesús Manuel Ortiz González, con el propósito de
participar como deponente en la audiencia "Deuda pública, política
fiscal y pobreza en Puerto Rico", que se celebrará el lunes 4 de abril a
las 11:30 de la mañana durante el período de sesiones de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados
Americanos (OEA).
La comunicación gubernamental sostiene
que "el viaje oficial es parte de los esfuerzos de la administración del
gobernador Alejandro García Padilla para impulsar una acción inmediata
por parte del Congreso de los Estados Unidos a favor de Puerto Rico".
Informa además que la audiencia fue solicitada por 42 organizaciones locales e internacionales.
Puerto
Rico enfrenta una severa crisis fiscal que se manifiesta en una deuda
pública cercana a los 70.000 millones de dólares y está en la inminencia
de un impago de los próximos plazos de ésta, que vencen este próximo
verano (boreal).
Dichos pagos totalizan cerca de 1.800
millones y ya el gobierno puertorriqueño ha expresado que no tendrá los
fondos para cubrir los mismos, sin sacrificar la oferta de servicios
básicos a la población.
Los esfuerzos están dirigidos en
estos momentos a lograr algún mecanismo que permita reestructurar esa
deuda y posponer al menos parte de esas obligaciones.
Puerto
Rico, un estado libre asociado de Estados Unidos, ha realizado
múltiples esfuerzos con el gobierno estadounidense para que se legisle
dicho mecanismo, pero hasta el momento la mayoría republicana en el
Congreso norteamericano ha rechazado todas las propuestas que le ha
hecho el Ejecutivo norteamericano y que atenderían parte de los
problemas de la Isla.
Su respuesta a los pedidos
puertorriqueños es una legislación que contiene un sistema que podría
ayudar a reestructurar la deuda, pero que está sujeto a la designación
de una Junta de Control Fiscal, designada por el gobierno de Estados
Unidos, que tendría poderes absolutos sobre todo el quehacer fiscal de
la Isla y sobre todo el funcionamiento gubernamental.
Tal
propuesta fue enérgicamente rechazada por el gobernador García Padilla
que convocó a un frente amplio del país para combatirla. Su llamado tuvo
eco en varios sectores, incluyendo el sector empresarial y el sindical,
así como de algunas fuerzas políticas que han expresado también su
rechazo a esa legislación.
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