NASSAU.- El Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) inicia a partir de hoy una nueva
etapa, con mayor atención al medio ambiente, tras la conclusión ayer de
su asamblea anual en las Bahamas, donde se aprobó el aumento de la
financiación de proyectos relacionados con la lucha contra el cambio
climático.
Además, el BID anunció la creación de un Departamento de Cambio
Climático y Sostenibilidad que coordinará las actuaciones del banco en
estos dos temas y tendrá a su cargo el trabajo que hace en materia de
ciudades, desarrollo rural, medio ambiente y desastres naturales.
La resolución del aumento de financiación fue aprobada el domingo por
la asamblea de gobernadores del BID con más facilidad de lo esperado
por algunos observadores y en cumplimiento de los objetivos marcados por
la administración de la entidad multilateral.
El acuerdo estipula que, de aquí al 2020, el BID duplicará la
financiación para proyectos relacionados con el cambio climático, que
pasarán al 30 % de las aprobaciones de la entidad frente al 14 % actual.
Y los proyectos que tendrán prioridad serán los que ayuden a los
países americanos a aplicar sus compromisos establecidos en la
Conferencia del Clima de París de diciembre de 2015.
La aprobación de la resolución por los países miembros es una señal
de que el continente empieza a tomarse en serios el efecto negativo que
el cambio climático tiene y tendrá en el futuro en sus economías.
Sólo la prevista elevación del nivel del mar en el Caribe supondrá
graves pérdidas para los países caribeños, cuyas economías dependen en
su mayoría del turismo.
En otros países, como los andinos, el deshielo de los glaciares
amenaza con inundaciones a corto plazo y escasez de agua a medio y largo
plazo.
En países como Colombia, el cambio del patrón de lluvias ya causa
graves pérdidas económicas que se calculan en dos puntos del Producto
Interior Bruto (PIB).
La sostenibilidad también estuvo presente en la asamblea de las
Bahamas después de que los gobernadores instruyeran al BID para que
prepare una propuesta para sumar los recursos del Fondo de Operaciones
Especiales (FOE) al capital ordinario del banco.
El FOE, con 5.100 millones de dólares en diciembre de 2015, es fuente
de financiación para los miembros más pobres y el objetivo de la fusión
es asegurar el flujo sostenible de recursos hacia estos países
El BID también ha mostrado su sensibilidad con asuntos de actualidad,
como las revelaciones de los "Papeles de Panamá" sobre paraísos
fiscales y evasión de impuestos en países de la región.
El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, se refirió al caso
durante el discurso que pronunció ante los gobernadores, en su mayoría
ministros de Finanzas o Hacienda, al señalar que la "nueva ciudadanía de
la región, demanda una actitud decidida" contra la corrupción, la
evasión de impuesto y el lavado de capital.
Moreno también confirmó que el BID seguirá trabajando con los gobiernos para incrementar la transparencia fiscal.
Pero la otra etapa que se abre tras la asamblea de las Bahamas es la
que ha iniciado Colombia, con lo que parece un amplio respaldo de otros
países miembros, al solicitar el inicio de una "conversación" sobre la
estructura de capital del BID y el papel que la institución tiene que
jugar en la región en la próxima década.
Colombia quiere que el banco sea "consecuente" con la salida de
productos, mercados y países de instituciones financieras temerosas de
la consecuencias negativas de su presencia en esas áreas, algo que se
produce en todo el mundo.
Bogotá también está preocupado que la gran necesidad en Latinoamérica
y el Caribe de infraestructuras, ya que no puede enfrentarse al cambio
climático con la estructura actual del BID.
Sólo las necesidades de inversión en la lucha contra el cambio
climático de la región sumarán unos 80.000 millones de dólares al año a
partir de la próxima década, tres veces más que en la actualidad.
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