WASHINGTON.- El secretario del Tesoro de EE.UU.,
Jacob Lew, afirmó que las pensiones de los jubilados del gobierno de
Puerto Rico deben tener cierta preferencia al momento de
reestructurarse la deuda pública de la Isla.
Pero, sostuvo que deben estar también sobre la mesa al momento de
reajustar las obligaciones financieras del gobierno de Puerto Rico.
Lew hizo los comentarios en una entrevista en la radio pública del
sur de California, como parte de una visita a ese estado en la que ha
tratado con prioridad la crisis fiscal y de deuda pública de Puerto Rico
y su interés en que el Congreso ofrezca al gobierno de la Isla un
mecanismo para reestructurar su deuda, que ronda los $70,000 millones.
Para evitar que todo el sistema de pensiones públicas colapse, los
trabajadores tienen que ver que sacan beneficio de sus aportaciones,
advirtió Lew.
Uno de los asuntos espinosos de las negociaciones entre el Tesoro y
el liderato de la Cámara de Representantes, con respecto al proyecto
4900 que impondría una junta federal de control fiscal, es el trato que
se le daría a los sistemas de pensiones del gobierno, que tienen una
deuda de $45,000 millones.
"Todas las partes tienen que ser traídas a la mesa", sostuvo Lew, al
insistir en la importancia de echar hacia delante, con enmiendas, el
proyecto 4900, que puede otorgar a la junta federal algún poder para
reestructurar deuda pública.
El secretario del Tesoro sostuvo que tanto el proceso de
reestructuración de las diversas dependencias del gobierno como la
composición de la junta deben ser justos y equilibrados.
Ante las críticas de diversos sectores en Puerto Rico y los
demócratas del Congreso en torno al poder de la propuesta junta sobre
los funcionarios electos puertorriqueños, Lew afirmó que ningún gobierno
o corporación quiere una autoridad de "supervisión".
Por ello, dijo, la junta "tiene que estructurarse de forma
respetuosa". En ese sentido, indicó que el mismo lenguaje que se utilice
para describir la junta y quienes son parte de la nueva autoridad son
importantes.
"No queremos inflamar la sensibilidad local", sostuvo Lew.
Afirmó, sin embargo, que en términos del futuro político de Puerto
Rico a ningún sector "le conviene tener una economía colapsada".
En medio de los impagos y la emigración masiva de puertorriqueños a
EE.UU., Lew insistió en que el Congreso, que está en receso legislativo,
"no puede quedarse cruzado de brazos".
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