NASSAU.- Los gobernadores
del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) iniciaron hoy formalmente
sus discusiones en la asamblea anual de la institución que se desarrolla
hasta el domingo en Bahamas centrados en la situación económica del
continente y el futuro de la institución.
La 57ª Asamblea Anual del BID arrancó con las primeras mesas de
trabajo en Nassau y en las que participan delegados de los 48 países
integrantes, entre ellos los ministros de Finanzas de los 26 países
miembros de la institución.
En la agenda de la reunión está el análisis de la coyuntura en un
momento en el que las previsiones de las instituciones señalan que la
economía latinoamericana, tras años de bonanza, se contraerá por segundo
año consecutivo debido en gran medida a la ralentización de China.
En paralelo se celebra la 31ª asamblea anual de la Corporación
Interamericana de Inversiones (CII), brazo para el sector privado del
BID y que busca ampliar sus operaciones en la región ante los "enormes"
desafíos urbanísticos, de infraestructura y energéticos que encara
Latinoamérica.
Uno de los puntos fuertes será la votación mañana de la resolución
para aumentar la financiación para el cambio climático que en la
actualidad se sitúa en el 14 % de los proyectos aprobados por el BID
pero que la institución quiere elevar a entre el 25 % y 30 % de aquí a
2020.
El director general del Departamento Nacional de Planeación de
Colombia y miembro de la delegación de su país en la asamblea del BID,
Simón Gaviria declaró que las autoridades de Bogotá son
favorables a aumentar la financiación al 25 % y gradualmente seguir
subiendo el cupo.
Pero la posición de otros países es menos clara y el texto final de
la resolución, así como sus objetivos finales de financiación, podrían
ser inferiores a lo solicitado por los funcionarios del BID.
Gaviria resaltó la gravedad de los efectos del cambio climático para
los países de la región. En el caso concreto de Colombia, señaló los
graves perjuicios a la economía del país ocasionados por el agravamiento
de los fenómenos de El Niño y La Niña.
"Uno tiene que intentar tratar de introducir el componente de
sostenibilidad en la toma de decisiones. Nos parece razonable que esto
sea gradual, empezando con un 25 % pero con el tiempo, ir aumentando el
componente de sostenibilidad hasta que se entienda automático en todo",
explicó Gaviria.
También hoy, el BID y la Agencia de Cooperación Internacional de
Japón (JICA por sus siglas en inglés) anunciaron que elevarán a un total
de 3.000 millones de dólares la financiación conjunta para proyectos de
energía renovable y eficiencia energética en América Latina y el
Caribe.
La inversión es fruto de un nuevo acuerdo entre el BID y JICA que
amplia el programa de Cofinanciación para Energía Renovable y Eficiencia
Energética (CORE) que fue creado en 2012 por las dos instituciones para
mitigar los efectos del cambio climático en la región.
Además de estos temas previstos en la agenda, Colombia dijo hoy que
quiera plantear a la asamblea de gobernadores del BID el inicio de una
"conversación" sobre el futuro de la institución a medio y largo plazo y
su estructura de capital.
Gaviria dijo que Bogotá considera de gran importancia "entender
el papel que pueden jugar los bancos de desarrollo, fundamentalmente el
BID, en el mediano y largo plazo".
"Tenemos que empezar a tener una conversación profunda sobre la misma
estructura de capital del banco. Ser consecuente con todo este
movimiento de 'derisking' (reducción de riesgos) que se está dando en
todo el mundo y entender cómo afecta a los bancos de desarrollo",
continuó.
El "derisking" o salida de instituciones financieras de mercados o
países ante el temor de riesgos excesivos para sus actividades, ha
cobrado especial actualidad tras la publicación de los papeles de Panamá
que han revelado las actividades en los llamados paraísos fiscales de
la región, entre ellos Bahamas.
Medios de comunicación locales han señalado en los últimos días que
la economía bahameña empieza a sufrir las consecuencias negativas de las
revelaciones.
El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, reconoció el viernes las
consecuencias que estas relaciones puedan tener sobre algunas economías
caribeñas, en las que los servicios financieros conforman una parte
importante de la actividad económica.
"Las crecientes necesidades regulatorias sobre instituciones
financieras está haciendo que muchos bancos se retiren de esos países,
generando un problema aún mayor", explicó el presidente del BID en una
conferencia de prensa.
Indicó también que el BID está aumentando líneas para bancos
corresponsales para facilitar que siga llegando financiación a las
pequeñas economías del Caribe y Centroamérica, además de que seguirá
ayudando a los países que lo soliciten para salir de la lista de los
considerados paraísos fiscales.
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