SAN JUAN.- Dirigentes sindicales de los trabajadores de la compañía eléctrica
de Puerto Rico censuraron a las autoridades locales y
federales por no lograrse la restauración del 95% de la energía en la
fecha prevista como lo había prometido el gobernador.
Puerto Rico
cuenta con una generación eléctrica que alcanza un 64% casi tres meses
después del paso del huracán María, y la situación ha suscitado un
aumento de las protestas en cientos de vecindarios que continúan sin el
servicio.
El presidente del sindicato UTIER, Ángel Figueroa, dijo
que uno de los mayores problemas es que los trabajadores de la Autoridad
de Energía Eléctrica de Puerto Rico continúan sin el equipo o los
materiales para alcanzar la meta fijada por el gobernador.
“Tenemos
que reciclar materiales”, declaró Figueroa, quien señaló que los
habitantes de la localidad montañesa de Villalba, en el sur, compraron
los suministros básicos para los trabajadores gubernamentales a fin de
que éstos pudieran restaurar la energía en el vecindario.
“Usaron dinero de su bolsillo”, señaló.
Nueve
de los 78 municipios de Puerto Rico continúan totalmente sin
electricidad y miles de negocios han cerrado. La falta de luz y otros
problemas han causado un éxodo hacia el territorio continental de
Estados Unidos, hacia donde más de 130.000 puertorriqueños han huido de
la isla.
José Sánchez, director del programa de restauración de la red
eléctrica de Puerto Rico, con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de
Estados Unidos, declaró en fecha reciente a The Associated Press que las
acciones para restablecer la energía se han demorado debido a la falta
de suministros.
“Tiene que haber un equilibrio entre el personal y
el suministro de materiales, y ambos aspectos deben compaginar
perfectamente”, señaló. “Por desgracia me parece que nadie aquí en
Puerto Rico estaba preparado para afrontar la magnitud de la destrucción
ni con la capacidad para administrar la logística necesaria”, agregó.
Sánchez
también señaló que la topografía montañosa de Puerto Rico representa un
gran desafío y “persiste como una pesadilla de logística”.
Sin
embargo, los dirigentes sindicales censuraron a las brigadas de
compañías privadas al señalar que han tardado demasiado en restablecer
la electricidad y Jaramillo criticó los contratos multimillonarios que
el gobierno estadounidense les ha concedido.
La semana pasada, el
Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos anunció que
aumentaba uno de dos contratos con la Fluor Corporation, con sede en
Texas, de 240 millones a 505 millones de dólares para un total de 1.300
millones de dólares.
La cantidad rebasa la del contrato por 300
millones de dólares que fue muy censurado y que se había concedido a la
firma Whitefish, de Montana, y que el gobierno puertorriqueño canceló a
finales de octubre.
La pequeña compañía eléctrica, con sede en la
localidad del secretario del Interior, Ryan Zinke, solo tenía dos
empleados de tiempo completo durante los embates de la tormenta, y el
contrato ahora es auditado a nivel local y federal.
Sánchez dijo en un comunicado que los contratos actualizados con
Fluor redundarán en un mayor número de trabajadores, equipo y
experiencia técnica.
“Nuestro objetivo es contribuir al
restablecimiento de la energía para los hogares y negocios lo más pronto
posible, y esta financiación adicional a este contrato es una medida
para lograr ese propósito”, agregó.
Justo González, director
interino de la compañía eléctrica, dijo a la prensa que
confía en que al menos una región de cada uno de los 78 municipios de
Puerto Rico cuente con electricidad antes de Navidad.
González
hizo sus declaraciones horas antes de que un grupo de vecinos se
aprestara a marchar con linternas cerca de la capital, San Juan, para
exigir el suministro de energía.
“Han sido pacientes, pero no
quieren que la paciencia se confunda con complacencia”, afirmó la
portavoz del grupo, Ginette Pales.
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