SAN JUAN.- El gobernador electo Ricardo Rosselló
Nevares reiteró hoy su disposición a trabajar en armonía con la junta de
control fiscal impuesta por Washington con el propósito de atender la
crisis en Puerto Rico.
'El gobierno federal tiene una responsabilidad de actuar y nosotros tenemos la nuestra', expresó el próximo gobernante puertorriqueño, quien asume el 2 de enero de 2017.
Aclaró que la crisis fiscal que afronta esta isla del Caribe de 3,5 millones de habitantes no se resuelve con una estrategia, sino que es necesario un componente de desarrollo económico, porque de lo contrario no se producirá ningún avance en los próximos años.
Rosselló Nevares afirmó que 80 por ciento de las propuestas en una carta que le remitió la junta federal están contenidas en el Plan para Puerto Rico, que constituye su programa de gobierno.
'La política pública con la que nos hemos comprometido con el pueblo va en la dirección de tener un manejo sano de las finanzas públicas', dijo durante su participación de un adiestramiento de sana administración de la Contraloría de Puerto Rico.
Con una deuda pública de unos 68.000 millones de dólares, Puerto Rico se encuentra al borde de la bancarrota, la que no se ha producido por los obstáculos levantados por el Congreso de Estados Unidos y la Casa Blanca.
El gobernador Alejandro García Padilla se ha negado a responde los pedidos de la junta de control fiscal, por entender que Washington no ha hecho lo suficiente para ayudar a la isla a salir del atolladero fiscal y económico en que se hunde.
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