SAN JUAN.- Puerto Rico dejó hoy
sin pagar deuda garantizada por valor de 911 millones de dólares, casi
la mitad de los 2.008 millones que debía abonar este viernes a sus
bonistas, argumentado que incluso aunque cesara las operaciones del
Gobierno de forma inmediata no tendría dinero para atender toda la
cuantía.
"Si yo cierro el Gobierno hoy, aún así no tengo para pagar la
totalidad" de la deuda, dijo el gobernador de Puerto Rico, Alejandro
García Padilla, en una conferencia de prensa que ofreció en La
Fortaleza, sede del Ejecutivo puertorriqueño, rodeado de su equipo
financiero y judicial.
Este equipo fue incapaz sin embargo de detallar qué bonos se han
pagado y cuáles no, aunque la secretaria de la Gobernación, Grace
Santana, confirmó que no se han abonado ni el principal ni los intereses
de la deuda garantizada por el Estado Libre Asociado.
El gobernador añadió que parte de la deuda pendiente para hoy debía
ser abonada por diferentes fideicomisos, que hacen sus propios cálculos
de los recursos que tienen y de cómo va a distribuirlos, al tiempo que
tienen todo el día para realizar los pagos, lo que explica que no se
puedan desglosar al detalle las deudas atendidas.
Este histórico impago, el primero de deuda garantizada por la
Constitución puertorriqueña en el que incurre la isla, coincide con el
inicio de un nuevo ejercicio fiscal, en el que la deuda pública ya será
inferior a la del año anterior.
"Hoy la deuda es 68.000 millones, lo que quiere decir que por primera
vez en la historia estamos logrando reducir la deuda", dijo el
gobernador, que insistió en que a medida que se vaya negociando con los
acreedores esa cuantía se recortará por "decenas de miles de millones".
En ese sentido, defendió su decisión de no buscar la reelección en
las elecciones de noviembre y centrarse en la solución del problema de
la deuda, después de que las casas acreditadoras relegaran a la
categoría de bonos basura la deuda de la isla y los mercados financieros
cerraran sus puertas a las entidades puertorriqueñas.
"He bajado el desempleo, el crimen y la deuda, algo que no puede
decir ningún otro gobernador", dijo García Padilla. Añadió que el gasto
público anual se han reducido en esta legislatura en cerca de 3.000
millones de dólares "sin despedir empleados públicos", pese a que la
Administración es el principal empleador de una isla que acumula más de
una década en recesión.
Al respecto, dijo que "no hemos despedido un sólo empleado público,
seguimos prestando los servicios públicos y en la empresa privada se ha
creado empleo, al tiempo que se han aumentado los recursos para la
policía".
"Hemos atendido la crisis con la sensibilidad que amerita" defendió.
"Puerto Rico era colonia de Wall Street", mientras que hoy, con este
histórico impago (aunque hasta ahora había incurrido en tres "defaults"
menores) "empezamos a quitar de las manos el país a nuestros acreedores y
devolvérselo a los puertorriqueños".
"Hoy queda claro que he escogido defender a los nuestros antes que
pagar a Wall Street", insistió en tono triunfante, tras asegurar que "me
llena de orgullo saber que dejaré a mis hijos un país menos hipotecado
del que yo recibí".
También adelantó que tiene previsto firmar el presupuesto de 8.087
millones de dólares para el año fiscal que comienza, y que fue aprobado
anoche por el Legislativo, tan pronto como llegue a su escritorio,
previsiblemente hoy.
"Todo lo ocurrido hoy es la constatación de que ya no se va a vivir
del cuento, del prestado, como hicieron otros gobernadores. No sólo
recuperamos el país para los puertorriqueños, sino que iniciamos la
recuperación económica del país, con una economía que se cansa de dar
muestras de vitalidad cuando sube el empleo incluso durante la crisis",
argumentó.
Reiteradamente defendió que desde su equipo "estamos haciendo lo que
es correcto para Puerto Rico", porque "hoy el país empieza a ser
nuestro, hoy los acreedores no nos pueden demandar para cerrar el
Gobierno y embargar nuestras cuentas".
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