SAN JUAN.- Muchos
puertorriqueños estaban furiosos el viernes después de que surgieran
informes que indicaban que la Casa Blanca podría saquear los fondos de
desastres aprobados por el Congreso el año pasado para financiar un muro
de seguridad a lo largo de la frontera entre México y EE.UU.
Trump
está considerando declarar un estado de emergencia para evitar al
Congreso y financiar la barrera. La Casa Blanca ordenó al Cuerpo de
Ingenieros del Ejército que examinara una medida de financiamiento de
febrero de 2018 para ver qué dinero podría desviarse bajo dicha
declaración, dijo el jueves un asesor del Congreso con conocimiento del
asunto.
El dinero provendría de 13.900 millones de dólares de fondos del Cuerpo,
según la NBC, que citó a tres funcionarios estadounidenses con
conocimiento del asunto. Eso podría incluir 2.400 millones para
California y 2.500 millones para la reconstrucción de Puerto Rico,
informó NBC.
En
septiembre 2017, el huracán María destruyó la infraestructura de Puerto
Rico, cobrando la vida de aproximadamente 2.975 personas y dejando a
millones con poca o ninguna energía durante meses.
La ayuda federal
asignada por los legisladores ha comenzado a llegar de a pocos, pero la
recuperación sigue siendo débil en el mejor de los casos. Al mismo
tiempo, la comunidad de EE.UU. sigue bajo el panorama de un mercado
laboral débil y 120.000 millones en deudas impagables.
La
simpatía de Trump por la isla ha sido intermitente. Después del
desastre María, tardó en reaccionar públicamente; cuando visitó Puerto
Rico, arrojó alegremente toallas de papel en un puesto de socorro; se
quejó repetidamente de los costos de reconstrucción; y rechazó sin
pruebas una auditoría independiente del recuento de las muertes.
Además,
siempre ha intentado retratar, nuevamente sin evidencia, al gobierno de
la isla como un sistema de recuperación del dinero de la
infraestructura.
Trump
recibió poco apoyo de Puerto Rico en su última jugada sobre el muro. El
gobernador Ricardo Rossello dijo que la medida financiaría el muro "con
el dolor y el sufrimiento de los ciudadanos estadounidenses que han
vivido una tragedia y una pérdida a través de un desastre natural".
También pidió a Trump que aclare su posición -porque la información
provino de fuentes no identificadas- sobre la reconstrucción de Puerto
Rico y otras zonas de desastre recientes, como California, Texas y las
Islas Vírgenes de EE.UU.
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