domingo, 1 de enero de 2017

El año 2016 marcó el fin de la farsa de EE.UU. con la soberanía de Puerto Rico

SAN JUAN.- El año 2016 marcó el fin de la farsa internacional que por 64 años mantuvo Estados Unidos de que Puerto Rico había alcanzado su soberanía con el Estado Libre Asociado (ELA) y su quiebra fiscal.

Con una deuda pública que ronda los 69.000 millones de dólares, Puerto Rico está imposibilitado de asumir sus responsabilidades con los acreedores, por lo que Estados Unidos decidió, a mediados de este año que termina, imponer al gobierno del ELA una junta de control fiscal mediante la legislación Promesa, aprobada por el Congreso en coordinación con la Casa Blanca.

Casi de forma simultánea, el Tribunal Supremo de Estados Unidos falló que el ELA carecía de poderes soberanos para procesar judicialmente a un ciudadano previamente encausado en el tribunal federal en San Juan.

Además, Washington le negó a la administración del gobernante puertorriqueño Alejandro García Padilla acogerse a la ley de bancarrota, ante la imposibilidad de cumplir con los acreedores, debido a la insuficiencia fiscal y el estancamiento económico de una década.

García Padilla debió enfrentar, a la vez, la resistencia de la Asamblea Legislativa dominada por su propio Partido Popular Democrático (PPD), que desde 1952 enarboló el ELA como su carta de identidad, pese a su decadente fracaso en las últimas décadas.

La situación forzó al mandatario boricua a desistir de la posibilidad de buscar la reelección para dar paso en la boleta del PPD a su ministro de Estado David Bernier, quien no consiguió superar al candidato del anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), Ricardo Rosselló Nevares, quien asumirá la gobernación mañana lunes, 2 de enero.

Rosselló Nevares, quien está comprometido en alcanzar la integración plena de Puerto Rico a Estados Unidos, tendrá que supeditarse a determinaciones de una junta de control fiscal de siete miembros nombrados por el Congreso y la Casa Blanca, que estableció Promesa, acrónimo en inglés de la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico.

La crisis económica, las limitadas posibilidades de empleos, la imposición de gravámenes y el alto coste de vida han ocasionado que en el último lustro esta isla del Caribe, bajo el dominio de Estados Unidos desde 1898, la pérdida de sobre 300.000 habitantes.

Esta emigración, que mezcla jóvenes y adultos mayores en procura de mejor calidad de vida, ha sido parte del círculo de la decadencia fiscal de Puerto Rico, a pesar de la imposición de mayores cargas tributarias.

El gobernador electo Rosselló Nevares se ha comprometido a trabajar en coordinación con la junta de control fiscal inmediatamente asuma la dirección del país el próximo lunes, a pesar de que rechaza la posibilidad de despedir empleados públicos, un objetivo del organismo impuesto por Washington, entre otros.

García Padilla solicitó en una carta a Rosselló Nevares que reclame al organismo federal de control fiscal que se proceda a una reestructuración de la deuda de 69.000 millones de dólares, a partir del Título III de la ley Promesa, y le recordó que Puerto Rico no está en capacidad de pagar en los próximos meses 3.500 millones de dólares por el servicio de la deuda.

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