LA HABANA.- Nuestro porvenir será el fruto de nuestra lucha, de la solidaridad de
los pueblos hermanos, y tenemos confianza en el futuro, porque lo otro
es el suicidio y no tenemos vocación de suicidas, afirmó el líder
independentista puertorriqueño Julio Muriente.
El copresidente del Movimiento
Independentista Nacional Hostosiano (MINH) repasó la situación actual
que vive la isla caribeña, después que el gobierno de Estados Unidos
impuso una Junta de Control Fiscal, amparada en la ley de Supervisión,
Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (Promesa).
Según Muriente, la imposición de dicha ley estadounidense sobre el pueblo puertorriqueño es la muestra más elocuente de la condición colonial que prevalece desde 1898.
Coincide -agregó- con expresiones muy claras hechas recientemente por las tres ramas del gobierno estadounidense (ejecutivo, legislativo y judicial).
El Estado Libre Asociado (ELA), en cuanto pretendida relación de asociación establecida en 1952, es una farsa y en lo que a ellos respecta, Puerto Rico es, como lo ha sido desde la invasión militar de 1898, un territorio del cual pueden disponer a su antojo, señaló.
El copresidente del MINH explicó que el pueblo boricua comprende aceleradamente que la intención de dicha Junta de Control Fiscal se limita a garantizar el pago a Wall Street, los fondos buitres y otros acreedores, de los más de 70.000 millones de dólares que es la deuda oficial del gobierno de Puerto Rico, para cuyo pago se ha declarado insolvente.
"Algunos economistas -subraya- aseguran que esta deuda es al menos parcialmente ilegal, y de ninguna manera la imposición de dicha Junta se concibe para ayudar en el desarrollo económico de Puerto Rico".
"Mucho menos reconoce que la precariedad económica prevaleciente esté directamente relacionada con la condición colonial y la ausencia de poderes para tomar decisiones libremente", enfatizó.
Esta Junta de Control Fiscal, reafirmó, "es una atadura colonial más, que demuestra la ausencia de poderes y la naturaleza caricaturesca de las autoridades de la Isla".
Puerto Rico nunca ha sido una neocolonia, afirmó enfático el dirigente independentista. "Es una colonia desde hace 523 años: 405 años de España (1493 a 1898), y 118 de Estados Unidos (1898 a 2016).
"La imposición del ELA, el 25 de julio de 1952, no nos condujo a una condición neocolonial -para lo cual hubiéramos tenido primero que alcanzar la independencia, aunque fuera a medias- sino que mantuvo inalterada la condición de dominación colonial iniciada con la invasión militar del 25 de julio de 1898".
"Observa -subrayó Muriente- que es la misma fecha con 54 años de distancia, y eso no fue incidental".
"La intención -comentó- era crear la falsa impresión de que la relación entre Puerto Rico y Estados Unidos se sostenía en una asociación democrática y civilizada entre iguales y no en una guerra de ocupación y toma del país como botín de guerra".
El copresidente del movimiento Hostosiano citó -como analogía en las prácticas imperiales de Washington- la independencia mediática de Cuba, que se estableció el 20 de mayo de 1902, al día siguiente del séptimo aniversario de la muerte en combate de José Martí.
Esto fue para pretender dar la impresión de que la república mediática o neocolonial nació de la muerte gloriosa del Apóstol cubano.
Con estos antecedentes, para Muriente no hay dudas que "la imposición de la Junta de Control Fiscal es una muestra grosera y descarnada de colonialismo, de imposición unilateral por parte del Congreso de Estados Unidos.
Puerto Rico es simplemente un territorio del que pueden disponer a su antojo, conforme a la cláusula territorial establecida en el artículo IV, sección 3, párrafo 2 de su constitución".
"El tema de la independencia nunca se ha dejado de discutir. Es un reclamo constante, frente a España desde el siglo XIX, y durante los siglos XX y XXI frente a Estados Unidos. Mantendrá la misma vigencia mientras prevalezca la condición colonial", afirmó el dirigente boricua.
En 118 años de dominación colonial, el gobierno de Estados Unidos nunca ha dado muestras de respetar el derecho del pueblo puertorriqueño a su autodeterminación, ni a su descolonización y mucho menos a su independencia.
Muriente explicó a Prensa Latina que en ocasiones Washington hace como que se interesan en el asunto -como cuando impusieron el ELA en 1952.
"Pero se trata de una actitud pusilánime, sin otra intención, si acaso, de adecuar la dominación colonial a los nuevos tiempos, modernizar las formas de explotación y dominio para maximizar ganancias y poder".
"Las últimas decisiones y expresiones públicas hechas por el Congreso, la Casa Blanca y el Tribunal Supremo de Justicia de Estados Unidos constituyeron una admisión de que el ELA es un fraude histórico, que nunca hubo asociación entre ellos y nosotros, que para ellos siempre hemos sido una cosa, un botín, un objeto del que lucrarse o beneficiarse como les dé la gana".
"Como dueños que se sienten ser -añadió-, actúan con impunidad, sin sentirse con la necesidad u obligación de dar explicaciones o atender los reclamos de nuestro pueblo".
"Por eso es que en materia de descolonización y autodeterminación, no debemos esperar nada de ellos", sentenció el líder independentista puertorriqueño.
El dirigente del MINH detalló los pasos para enfrentar la Junta Fiscal impuesta por Estados Unidos, de acuerdo con lo que estipula la Ley Promesa.
"Educar, crear conciencia del carácter perverso de dicha Junta, de que la imposición de la misma es consecuencia de la condición colonial que nos impide tomar decisiones libremente para decidir nuestro destino económico y social.
A lo que vienen es a empobrecernos aún más y para satisfacer la avaricia de Wall Street y de los fondos buitres".
También llamó a los puertorriqueños a movilizarse, dar la batalla en la calle, organizar en todas partes. Mantener una protesta sostenida y firme, no dar un segundo de tregua y sumar el apoyo del pueblo, desde la más amplia diversidad, con la oposición a la Junta como denominador común.
Según Muriente, va siendo mayoritaria la comprensión popular de que en Puerto Rico existe un profundo problema político, económico y social de naturaleza colonial pendiente de resolver y que tiene que ver con el carácter injusto de la relación más que centenaria con Estados Unidos.
Aseguró que los puertorriqueños "van reconociendo que la injerencia estadounidense es perjudicial, afecta en todos los órdenes de nuestra vida como pueblo, y en definitiva, nos trajo a este callejón sin salida en el que vivimos hoy".
"Nuestros jóvenes constituyen un sector de gran relevancia en ese proceso de desarrollo de la conciencia, pues además son los afectados principales de la precariedad en la que cayó Puerto Rico", dijo.
"La constante histórica del pueblo puertorriqueño -apuntó- ha sido su voluntad por existir como nación caribeña y latinoamericana, por mantener su cultura, su idioma, su idiosincrasia y su historia".
Igualmente "la resistencia a la asimilación y a todo tipo de agresión, la lucha por la justicia social, por condiciones económicas dignas, por la defensa del medio ambiente, y el presente no es una excepción".
"Ello no implica -insistió- que la mayoría del pueblo puertorriqueño sea independentista. Después de todo, por más de medio milenio alguien ha decidido por nosotros y nos ha dicho una y mil veces que no tenemos la capacidad de decidir libremente".
"Esa es la clave del colonialismo -agregó-, que el colonizado sea el primer convencido de sus incapacidades, de su inferioridad, de la imposibilidad de pensar en otra vida que no sea la del subordinado".
Para el luchador boricua, "esta situación que vivimos hoy es un ambiente fértil para el desarrollo de la conciencia del movimiento independentista.
También "constituye una oportunidad y un reto que nos permitirá masificar la lucha por la autodeterminación y la descolonización".
"Es un proceso complejo y a la vez esperanzador -recalcó Muriente-. Tenemos confianza en el porvenir. Casi podemos decir que no nos queda otro remedio que confiar en el porvenir".
Según Muriente, la imposición de dicha ley estadounidense sobre el pueblo puertorriqueño es la muestra más elocuente de la condición colonial que prevalece desde 1898.
Coincide -agregó- con expresiones muy claras hechas recientemente por las tres ramas del gobierno estadounidense (ejecutivo, legislativo y judicial).
El Estado Libre Asociado (ELA), en cuanto pretendida relación de asociación establecida en 1952, es una farsa y en lo que a ellos respecta, Puerto Rico es, como lo ha sido desde la invasión militar de 1898, un territorio del cual pueden disponer a su antojo, señaló.
El copresidente del MINH explicó que el pueblo boricua comprende aceleradamente que la intención de dicha Junta de Control Fiscal se limita a garantizar el pago a Wall Street, los fondos buitres y otros acreedores, de los más de 70.000 millones de dólares que es la deuda oficial del gobierno de Puerto Rico, para cuyo pago se ha declarado insolvente.
"Algunos economistas -subraya- aseguran que esta deuda es al menos parcialmente ilegal, y de ninguna manera la imposición de dicha Junta se concibe para ayudar en el desarrollo económico de Puerto Rico".
"Mucho menos reconoce que la precariedad económica prevaleciente esté directamente relacionada con la condición colonial y la ausencia de poderes para tomar decisiones libremente", enfatizó.
Esta Junta de Control Fiscal, reafirmó, "es una atadura colonial más, que demuestra la ausencia de poderes y la naturaleza caricaturesca de las autoridades de la Isla".
Puerto Rico nunca ha sido una neocolonia, afirmó enfático el dirigente independentista. "Es una colonia desde hace 523 años: 405 años de España (1493 a 1898), y 118 de Estados Unidos (1898 a 2016).
"La imposición del ELA, el 25 de julio de 1952, no nos condujo a una condición neocolonial -para lo cual hubiéramos tenido primero que alcanzar la independencia, aunque fuera a medias- sino que mantuvo inalterada la condición de dominación colonial iniciada con la invasión militar del 25 de julio de 1898".
"Observa -subrayó Muriente- que es la misma fecha con 54 años de distancia, y eso no fue incidental".
"La intención -comentó- era crear la falsa impresión de que la relación entre Puerto Rico y Estados Unidos se sostenía en una asociación democrática y civilizada entre iguales y no en una guerra de ocupación y toma del país como botín de guerra".
El copresidente del movimiento Hostosiano citó -como analogía en las prácticas imperiales de Washington- la independencia mediática de Cuba, que se estableció el 20 de mayo de 1902, al día siguiente del séptimo aniversario de la muerte en combate de José Martí.
Esto fue para pretender dar la impresión de que la república mediática o neocolonial nació de la muerte gloriosa del Apóstol cubano.
Con estos antecedentes, para Muriente no hay dudas que "la imposición de la Junta de Control Fiscal es una muestra grosera y descarnada de colonialismo, de imposición unilateral por parte del Congreso de Estados Unidos.
Puerto Rico es simplemente un territorio del que pueden disponer a su antojo, conforme a la cláusula territorial establecida en el artículo IV, sección 3, párrafo 2 de su constitución".
"El tema de la independencia nunca se ha dejado de discutir. Es un reclamo constante, frente a España desde el siglo XIX, y durante los siglos XX y XXI frente a Estados Unidos. Mantendrá la misma vigencia mientras prevalezca la condición colonial", afirmó el dirigente boricua.
En 118 años de dominación colonial, el gobierno de Estados Unidos nunca ha dado muestras de respetar el derecho del pueblo puertorriqueño a su autodeterminación, ni a su descolonización y mucho menos a su independencia.
Muriente explicó a Prensa Latina que en ocasiones Washington hace como que se interesan en el asunto -como cuando impusieron el ELA en 1952.
"Pero se trata de una actitud pusilánime, sin otra intención, si acaso, de adecuar la dominación colonial a los nuevos tiempos, modernizar las formas de explotación y dominio para maximizar ganancias y poder".
"Las últimas decisiones y expresiones públicas hechas por el Congreso, la Casa Blanca y el Tribunal Supremo de Justicia de Estados Unidos constituyeron una admisión de que el ELA es un fraude histórico, que nunca hubo asociación entre ellos y nosotros, que para ellos siempre hemos sido una cosa, un botín, un objeto del que lucrarse o beneficiarse como les dé la gana".
"Como dueños que se sienten ser -añadió-, actúan con impunidad, sin sentirse con la necesidad u obligación de dar explicaciones o atender los reclamos de nuestro pueblo".
"Por eso es que en materia de descolonización y autodeterminación, no debemos esperar nada de ellos", sentenció el líder independentista puertorriqueño.
El dirigente del MINH detalló los pasos para enfrentar la Junta Fiscal impuesta por Estados Unidos, de acuerdo con lo que estipula la Ley Promesa.
"Educar, crear conciencia del carácter perverso de dicha Junta, de que la imposición de la misma es consecuencia de la condición colonial que nos impide tomar decisiones libremente para decidir nuestro destino económico y social.
A lo que vienen es a empobrecernos aún más y para satisfacer la avaricia de Wall Street y de los fondos buitres".
También llamó a los puertorriqueños a movilizarse, dar la batalla en la calle, organizar en todas partes. Mantener una protesta sostenida y firme, no dar un segundo de tregua y sumar el apoyo del pueblo, desde la más amplia diversidad, con la oposición a la Junta como denominador común.
Según Muriente, va siendo mayoritaria la comprensión popular de que en Puerto Rico existe un profundo problema político, económico y social de naturaleza colonial pendiente de resolver y que tiene que ver con el carácter injusto de la relación más que centenaria con Estados Unidos.
Aseguró que los puertorriqueños "van reconociendo que la injerencia estadounidense es perjudicial, afecta en todos los órdenes de nuestra vida como pueblo, y en definitiva, nos trajo a este callejón sin salida en el que vivimos hoy".
"Nuestros jóvenes constituyen un sector de gran relevancia en ese proceso de desarrollo de la conciencia, pues además son los afectados principales de la precariedad en la que cayó Puerto Rico", dijo.
"La constante histórica del pueblo puertorriqueño -apuntó- ha sido su voluntad por existir como nación caribeña y latinoamericana, por mantener su cultura, su idioma, su idiosincrasia y su historia".
Igualmente "la resistencia a la asimilación y a todo tipo de agresión, la lucha por la justicia social, por condiciones económicas dignas, por la defensa del medio ambiente, y el presente no es una excepción".
"Ello no implica -insistió- que la mayoría del pueblo puertorriqueño sea independentista. Después de todo, por más de medio milenio alguien ha decidido por nosotros y nos ha dicho una y mil veces que no tenemos la capacidad de decidir libremente".
"Esa es la clave del colonialismo -agregó-, que el colonizado sea el primer convencido de sus incapacidades, de su inferioridad, de la imposibilidad de pensar en otra vida que no sea la del subordinado".
Para el luchador boricua, "esta situación que vivimos hoy es un ambiente fértil para el desarrollo de la conciencia del movimiento independentista.
También "constituye una oportunidad y un reto que nos permitirá masificar la lucha por la autodeterminación y la descolonización".
"Es un proceso complejo y a la vez esperanzador -recalcó Muriente-. Tenemos confianza en el porvenir. Casi podemos decir que no nos queda otro remedio que confiar en el porvenir".
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