SAN JUAN.- Puerto Rico recorrió una ruta aciaga al arribar hoy al 118 años de la
invasión de Estados Unidos y el 64 aniversario de su resquebrajada
vitrina del Estado Libre Asociado (ELA), opinan analistas políticos.
La coincidencia de las fechas de la ocupación militar de Estados Unidos
de este país con la efemérides del ELA no es casual, sino la intención
de Washington de encubrir un suceso trágico con otro que se convirtió en
su bandera de propaganda de progreso económico hacia América Latina y
el Caribe.
La fecha también marca el asesinato en 1978 de dos jóvenes independentistas, Carlos Soto Arriví y Arnaldo Darío Rosado, emboscados por la policía puertorriqueña en el cerro Maravilla, en el municipio de Villalba, en las montañas de la región central de Puerto Rico.
"Hemos sufrido masacres, persecuciones y difamaciones, pero no han podido mutilarnos el alma", expresó con su encendido estilo el exprisionero político puertorriqueño Rafael Cancel Miranda, quien a sus 86 años de edad, 27 de los cuales los pasó en cárceles de Estados Unidos, mantiene elevado su espíritu de combatividad.
Cancel Miranda, que en 1954 integró un comando junto a Lolita Lebrón, Irving Flores y Andrés Figueroa Cordero que atacó al Congreso de Estados Unidos para alertar al mundo sobre la farsa colonial del ELA, considera que "los invasores yanquis afectaron el entendimiento de miles de puertorriqueños, pero no pudieron hacer lo mismo con miles de independentistas".
"Ahora, el Congreso y el Tribunal Supremo de Estados Unidos aceptaron lo que nos llevó a atacar el hemiciclo de la Cámara federal, que Puerto Rico es una colonia", dijo el luchador en días recientes a Prensa Latina, al plantear que los únicos derrotados en estos 118 años de dominación norteamericana son "los que reniegan de su propio ser y glorifican al invasor de su patria".
Esa glorificación del invasor forma parte de la política que por más de un siglo sembró, incluso a través de las escuelas, y que tras la creación del Estado Libre Asociado, se reforzó en virtud de la conversión de Puerto Rico en bandera de propaganda de la política imperialista de Washington, dirigida particularmente a América Latina y el Caribe.
El portavoz del Comité Pro Derechos Humanos de Puerto Rico, Eduardo Villanueva Muñoz, indicó que ante la nueva forma de tiranía que impone Estados Unidos con el establecimiento de una junta de control fiscal bajo la legislación Promesa, "tenemos que aspirar al desarrollo de la resistencia".
"Debe hacer resistencia inconstitucional de las llamadas instituciones representativas de pueblo, que son en el Senado y la Cámara", expresó Villanueva, quien fuera presidente del Colegio de Abogados de Puerto Rico.
Villanueva Muñoz resaltó que a lo largo de su lucha, los puertorriqueños no sólo pusieron cuotas de sangre, sino que tuvieron prisioneros políticos en la cárceles de Estados Unidos, como Oscar López Rivera, que lleva 35 años encarcelado por lucha por la independencia de esta isla del Caribe.
Aclaró a Prensa Latina que los diversos movimientos sindicales, estudiantiles y ecológicos, además del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), el Partido del Pueblo Trabajador (PPT) y el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), tienen que ser creativos en el desarrollo de esta nueva lucha para terminar con el colonialismo.
"El fracaso estrepitoso del ELA, criatura del Congreso de Estados Unidos, es el fracaso del colonialismo que sólo se resuelve con la recuperación de nuestra soberanía nacional, que nos permita decidir libremente nuestro destino", aclaró el copresidente del MINH, Julio Muriente Pérez, ante la bancarrota fiscal y económica de Puerto Rico, con una deuda pública impagable de 70 mil millones de dólares.
El dirigente independentista opinó que la imposición de la junta de control fiscal, que para todos los efectos tiene consecuencias y propósitos dictatoriales, está encaminada a empobrecer aún más al pueblo puertorriqueño, con sobre el 60 por ciento de su población de 3,5 millones de habitantes bajo el nivel de pobreza después de 118 años de dominación de la nación norteña.
La senadora María de Lourdes Santiago, vicepresidenta del PIP, afirmó que la posibilidad del desarrollo de la economía puertorriqueña fue perjudicada por la política de Washington, que obliga a abrir espacio en la Isla a sus comercios, entre otros factores.
"Desde la década de 1970, cuando comenzaron a aumentar las transferencias federales, a más transferencia menos desarrollo económico de Puerto Rico", advirtió Santiago, oradora en los actos del Cerro Maravilla en recordación a los dos independentistas asesinados, al señalar que para el próximo año se espera que el crecimiento económico alcance un negativo dos por ciento.
Para Rafael Bernabe, candidato a la gobernación del PPT, la selección del 25 de julio para proclamar el ELA en 1952 tenía como objetivo desplazar del recuerdo el 25 de julio de 1898, cuando se inició la dominación colonial de Estados Unidos sobre Puerto Rico.
La fecha también marca el asesinato en 1978 de dos jóvenes independentistas, Carlos Soto Arriví y Arnaldo Darío Rosado, emboscados por la policía puertorriqueña en el cerro Maravilla, en el municipio de Villalba, en las montañas de la región central de Puerto Rico.
"Hemos sufrido masacres, persecuciones y difamaciones, pero no han podido mutilarnos el alma", expresó con su encendido estilo el exprisionero político puertorriqueño Rafael Cancel Miranda, quien a sus 86 años de edad, 27 de los cuales los pasó en cárceles de Estados Unidos, mantiene elevado su espíritu de combatividad.
Cancel Miranda, que en 1954 integró un comando junto a Lolita Lebrón, Irving Flores y Andrés Figueroa Cordero que atacó al Congreso de Estados Unidos para alertar al mundo sobre la farsa colonial del ELA, considera que "los invasores yanquis afectaron el entendimiento de miles de puertorriqueños, pero no pudieron hacer lo mismo con miles de independentistas".
"Ahora, el Congreso y el Tribunal Supremo de Estados Unidos aceptaron lo que nos llevó a atacar el hemiciclo de la Cámara federal, que Puerto Rico es una colonia", dijo el luchador en días recientes a Prensa Latina, al plantear que los únicos derrotados en estos 118 años de dominación norteamericana son "los que reniegan de su propio ser y glorifican al invasor de su patria".
Esa glorificación del invasor forma parte de la política que por más de un siglo sembró, incluso a través de las escuelas, y que tras la creación del Estado Libre Asociado, se reforzó en virtud de la conversión de Puerto Rico en bandera de propaganda de la política imperialista de Washington, dirigida particularmente a América Latina y el Caribe.
El portavoz del Comité Pro Derechos Humanos de Puerto Rico, Eduardo Villanueva Muñoz, indicó que ante la nueva forma de tiranía que impone Estados Unidos con el establecimiento de una junta de control fiscal bajo la legislación Promesa, "tenemos que aspirar al desarrollo de la resistencia".
"Debe hacer resistencia inconstitucional de las llamadas instituciones representativas de pueblo, que son en el Senado y la Cámara", expresó Villanueva, quien fuera presidente del Colegio de Abogados de Puerto Rico.
Villanueva Muñoz resaltó que a lo largo de su lucha, los puertorriqueños no sólo pusieron cuotas de sangre, sino que tuvieron prisioneros políticos en la cárceles de Estados Unidos, como Oscar López Rivera, que lleva 35 años encarcelado por lucha por la independencia de esta isla del Caribe.
Aclaró a Prensa Latina que los diversos movimientos sindicales, estudiantiles y ecológicos, además del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), el Partido del Pueblo Trabajador (PPT) y el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), tienen que ser creativos en el desarrollo de esta nueva lucha para terminar con el colonialismo.
"El fracaso estrepitoso del ELA, criatura del Congreso de Estados Unidos, es el fracaso del colonialismo que sólo se resuelve con la recuperación de nuestra soberanía nacional, que nos permita decidir libremente nuestro destino", aclaró el copresidente del MINH, Julio Muriente Pérez, ante la bancarrota fiscal y económica de Puerto Rico, con una deuda pública impagable de 70 mil millones de dólares.
El dirigente independentista opinó que la imposición de la junta de control fiscal, que para todos los efectos tiene consecuencias y propósitos dictatoriales, está encaminada a empobrecer aún más al pueblo puertorriqueño, con sobre el 60 por ciento de su población de 3,5 millones de habitantes bajo el nivel de pobreza después de 118 años de dominación de la nación norteña.
La senadora María de Lourdes Santiago, vicepresidenta del PIP, afirmó que la posibilidad del desarrollo de la economía puertorriqueña fue perjudicada por la política de Washington, que obliga a abrir espacio en la Isla a sus comercios, entre otros factores.
"Desde la década de 1970, cuando comenzaron a aumentar las transferencias federales, a más transferencia menos desarrollo económico de Puerto Rico", advirtió Santiago, oradora en los actos del Cerro Maravilla en recordación a los dos independentistas asesinados, al señalar que para el próximo año se espera que el crecimiento económico alcance un negativo dos por ciento.
Para Rafael Bernabe, candidato a la gobernación del PPT, la selección del 25 de julio para proclamar el ELA en 1952 tenía como objetivo desplazar del recuerdo el 25 de julio de 1898, cuando se inició la dominación colonial de Estados Unidos sobre Puerto Rico.
"Esa
selección también intentaba señalar que la creación del ELA había dejado
atrás aquella relación colonial, al crear un pacto entre Puerto Rico y
Estados Unidos, (pero) acciones y declaraciones recientes del gobierno
federal demostraron, para quien necesitaba demostración, que la creación
del ELA no eliminó aquella relación colonial", dijo.
El dirigente político consideró inaceptable que Puerto Rico siga siendo un territorio no incorporado de Estados Unidos, sujeto a los plenos poderes del Congreso, en pleno siglo XXI.
"Esto es inaceptable para Puerto Rico y para la humanidad, como sería sería inaceptable la supervivencia de la esclavitud o la servidumbre", recalcó.
El dirigente político consideró inaceptable que Puerto Rico siga siendo un territorio no incorporado de Estados Unidos, sujeto a los plenos poderes del Congreso, en pleno siglo XXI.
"Esto es inaceptable para Puerto Rico y para la humanidad, como sería sería inaceptable la supervivencia de la esclavitud o la servidumbre", recalcó.
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