PARÍS.- Puerto Rico está asfixiado por una
colosal deuda y ahora espera que lo salve el Congreso de Estados
Unidos, que indirectamente contribuyó a su crisis al transformar a ese
archipiélago caribeño en un paraíso fiscal.
El territorio,
incorporado a Estados Unidos en 1898, se debate hoy entre una deuda de
72.000 millones de dólares y una recesión, tras haber agotado un modelo
económico basado en una cascada de ventajas fiscales.
Vigente
entre 1976 y 2006, esa política ofrecía a las empresas estadounidenses
instaladas en Puerto Rico no pagar ni un centavo al fisco estadounidense
por las ganancias obtenidas en la isla.
Gigantes de la informática como Microsoft, o del sector farmacéutico, como Pfizer o Johnson & Johnson, se lanzaron hacia allí para escapar de unos impuestos a las
sociedades estadounidenses del 35%, que son los más elevados entre los
países industrializados.
"Eso funcionó como una especie de burbuja
que explotó cuando el mecanismo terminó en 2006", explicó
Scott Greenberg, de la organización Tax Foundation.
Poco a poco,
las empresas empezaron a recortar sus presupuestos y comenzó a gestarse
una recesión que no ha terminado y que es la contracara del pasado
dinamismo boricua que lo llevó a tener un crecimiento económico del 9,8%
en 2001.
"No se creó un modelo de crecimiento viable porque las
empresas estaban allí solamente por las ventajas fiscales, sino también
porque las autoridades de Puerto Rico no supieron aprovechar para
desarrollar su economía", añadió Greenberg.
El gobierno de Puerto
Rico (Estado libre asociado a EEUU), que dispuso de 10 años para
prepararse para el fin de esos mecanismos, "no tuvo ninguna política
industrial ni lanzó ningún proyecto", dijo Argeo Quiñones
Perez, profesor de Economía de la Universidad de Puerto Rico.
Ese
modelo de incentivos fiscales, vigente desde mediados de siglo XX en el
archipiélago, no incluía ninguna contrapartida a las empresas
beneficiadas.
"Debimos haber obtenido más imponiendo exigencias
en términos de generación de empleo o inversiones directas", asegura
Quiñones Perez.
Otra ventaja fiscal
contribuyó al desastre de Puerto Rico, que el lunes cayó en un nuevo
cese de pagos y seguramente incurrirá en otro mayor en julio.
Por
la ley de 1917, que otorgó a los puertorriqueños la ciudadanía
estadounidense -aunque sin derecho a votar en las elecciones
presidenciales- los tenedores de deuda de Puerto Rico están exonerados
de impuestos por los intereses que cobran.
Eso provocó la masiva
llegada de fondos estadounidenses de pensión que siguieron prestándole
dinero a Puerto Rico aun cuando sus finanzas estaban extremadamente
debilitadas.
"Si esas obligaciones no estuvieran subvencionadas
por el código impositivo estadounidense, los inversores habrían parado
de comprar deuda por cuanto sus preocupaciones sobre la situación
presupuestaria de Puerto Rico hubieran sido mayores que las ganancias
esperadas", estimó Greenberg.
Financieramente desangradas, las
autoridades de la isla advirtieron recientemente que sus arcas están
vacías y que no podrán honrar los créditos recibidos. Ahora esperan que
el Congreso de Estados Unidos le otorgue la posibilidad legal de
reestructurar su colosal deuda.
Pese a la crisis y bajada de ingresos, Puerto Rico sigue ofreciendo ventajas fiscales pero ahora busca a inversores muy ricos.
Una
ley de la isla vigente desde 2012, establece que todo estadounidense
que se convierta en residente fiscal de Puerto Rico no pagará impuestos a
las ganancias. Además, las tasa de imposición a algunas empresas de
servicios financieros fue reducida al 4%.
Al defender ese
mecanismo, que atrajo a administradores de fondos de inversión como el
multimillonario John Paulson, el gobernador de Puerto Rico Alejandro
García Padilla dijo que quiere "compartir la riqueza y no la pobreza".
"Esa gente trae riqueza a Puerto Rico. Eso es bueno para todos aquí", decía en 2014.
Esa
estrategia basada en incentivos fiscales está agotada y priva a la isla
de cruciales recursos en tiempos de crisis, sostiene Quiñones Perez.
"El costo de mantener ese modelo se ha hecho muy pero muy elevado", añadió.
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