miércoles, 15 de junio de 2016

Desamparados los ancianos y la niñez de Puerto Rico ante la crisis económica

SAN JUAN.- Las personas de mayor edad han entrado junto a la niñez en un desamparo ante la crisis económica que experimenta Puerto Rico, aseguró la ministra del Departamento de la Familia, Idalia Colón Rondón. La funcionaria señaló que la situación de empobrecimiento de los ancianos es más dramática en el sector montañoso de esta isla del Caribe, bajo la dominación colonial de Estados Unidos desde 1898.

"Se pasa hambre en Puerto Rico", afirmó Colón Rondón a los periodistas al presentar el Plan de Acción Integral de Desarrollo Social, un estudio realizado por el gubernamental Consejo Especial para Atender la Desigualdad Social, que preside.

Reveló que la marginalidad afecta principalmente a ancianos y a los residentes de la montaña, mientras el 58 por ciento de la niñez vive bajo los niveles de pobreza.

Esa proporción infantil se eleva al 75 por ciento en los núcleos familiares donde hay menores de cinco años.

Colón Rondón precisó que la carencia de trabajo de los padres es un factor importante en la pobreza de sus hijos.

Igualmente el embarazo a edades muy tempranas, la adolescencia, es otro factor determinante para la miseria económica.

La ministra de la Familia reconoció que, distinto a una percepción tan generalizada como equivocada, el Programa de Asistencia Nutricional (PAN) "no cubre la totalidad de las necesidades alimentarias" de sus beneficiados.

Estos descubrimientos se traducirán en un incremento de siete millones de dólares para la Administración de Familias y Niños (Adfan), organismo que atiende a la población de adultos mayores, que ha visto un alza en las solicitudes de ayuda de este sector.

"Ese es precisamente el renglón que nos ha ocasionado una insuficiencia de fondos en Adfan porque la necesidad de los adultos mayores para el servicio de amas de llaves, cuidado sustituto, cada día son más los viejos y las viejas que viven solos, en condiciones infrahumanas", subrayó.

Colón Rondón manifestó que ese es el sector de la población en mayor desventaja y en mayor crecimiento y sin muchos servicios de apoyo.

Vivienda, salud y servicios sociales constituyen las particulares necesidades de esa población.

La demografía de Puerto Rico revela una población en crecimiento de adultos de sobre 60 años de edad, lo que significa un reto social para su sobrevivencia, pues a la vez que profundiza la pobreza, los servicios de salud a esas edades son altamente costosos.

El presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Perelló Borrás, indicó a los periodistas que las organizaciones no gubernamentales que proveen ciertos servicios apremiantes deben resultar beneficiados en la distribución de 20 millones de dólares que hará el gobierno.

Explicó que esta es la primera guía social que tiene el gobierno puertorriqueño para asignar los recursos, lejos de hacerlo únicamente por determinada percepción de los problemas.

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