lunes, 3 de junio de 2019

Clinton dice que el cambio climático fuerza a repensar sobre los desastres

SAN JUAN.- El expresidente estadounidense Bill Clinton señaló este lunes que el cambio climático obliga a repensar la preparación que se requiere para hacer frente con garantías a los desastres naturales, durante una intervención en Saint Thomas, en las Islas Vírgenes de EE.UU.

Clinton participa en Saint Thomas junto a su esposa, la antigua secretaria de Estado de EE.UU. y excandidata presidencial Hillary Clinton, un una reunión de la Iniciativa Global Clinton (CGI, en inglés) sobre recuperación de los huracanes de 2017 englobada en las actividades de la Fundación Clinton que lidera.

"Estamos aquí para compartir ideas, experiencias y descubrir cómo podemos ayudar mejor a la región del Caribe a ser más fuerte, más segura y más sostenible", dijo Clinton ante la audiencia que siguió su discurso.
La reunión de Saint Thomas sigue a otras realizadas desde 2018 de la Red de Acción para la Recuperación tras un Desastre (Action Network on Post-Disaster Recovery) de la CGI con el objetivo de dar respuesta a las necesidades de recuperación en los territorios de Puerto Rico, las Islas Vírgenes de Estados Unidos, Dominica y Antigua y Barbuda, principalmente.
"Con la temporada de huracanes de 2019 aquí -comenzó oficialmente el 1 de junio- el trabajo de esta red para garantizar la capacidad de recuperación, la preparación y sostenibilidad en las Islas Vírgenes, Puerto Rico, Dominica y en todo el Caribe es más urgente que nunca", resaltó el expresidente de EE.UU.
Clinton indicó que el cambio climático fuerza a todo el planeta, al menos a los países que no niegan que existe, a repensar lo que requiere la preparación ante desastres y lo que significa la resiliencia.
Está previsto que el matrimonio Clinton haga durante esta reunión, que se clausurará mañana, varios anuncios de nuevos proyectos para ayudar al Caribe a recuperarse y estar mejor preparado ante futuros desastres naturales, tras la devastación sufrida en la región durante la temporada de huracanes de 2017.
El matrimonio Clinton llegó a Saint Thomas tras pasar por las islas de Saint John y Saint Croix, donde visitaron algunos de los proyectos apoyados por su Red de Acción para la Recuperación tras un Desastre que tienen como objetivo dar soporte a la población del área del Caribe.
Según la CGI, los proyectos e intervenciones para desarrollo que ayudan a las comunidades del Caribe afectadas por los huracanes de 2017 requieren de una inversión financiera significativa, plazos de tiempo largos y la participación de diferentes instituciones de la comunidad internacional.
Con la comunidad global mirando al Caribe como un modelo para abordar el cambio climático en el siglo XXI, según la CGI es más crítico que nunca encontrar formas efectivas y asequibles para combatir efectivamente el cambio climático.
La jornada de hoy, además de con Clinton, contó con la participación del primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, entre otros.
La reunión continúa mañana con la sesión plenaria, en la que uno de los temas abordados será "Líderes en la vanguardia del cambio climático", que contará como conferenciantes con la participación de la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, el arquitecto Kurt Marsh y Jesús Espinosa, profesor de biología marina y ciencias ambientales, entre otros.
El segundo de los temas de la sesión plenaria será "Propiciando el crecimiento de las pequeñas empresas para la prosperidad económica", con la participación de Bill Clinton, el primer ministro de Aruba, Evelyn Wever-Croes, y el de Islas Vírgenes Británicas, Andrew Fahie.
Esta de las Islas Vírgenes de Estados Unidos es la cuarta y última reunión de la Red de Acción para la Recuperación tras un Desastre de la CGI centrada en ayudar a la región tras la devastación provocada por los huracanes Irma y María de septiembre de 2017.
La cooperación entre los países del Caribe fue apuntada como la clave para avanzar en el desarrollo económico de la región y como forma de afrontar los desastres naturales en la anterior reunión de la CGI celebrada en Puerto Rico el pasado mes de enero.

Empresarios aseguran que lo mejor en el turismo para Puerto Rico está por venir

NUEVA YORK.- El presidente de la compañía Interlink, que desarrolla y administra hoteles en Puerto Rico, Federico Sánchez, aseguró este lunes en Nueva York que los mejores años para la industria hotelera en Puerto Rico están por venir.

Interlink se sumó este lunes a la nueva iniciativa de promover a la isla como destino de inversión y turismo, en su proceso de recuperación tras la devastación causada por el huracán María, en el 2017.
"Los mejores años de Puerto Rico en la industria turística están al frente de nosotros", aseguró Sánchez, presidente y consejero delegado de la empresa puertorriqueña que cuenta con cuatro hoteles en la isla, tres en la zona metropolitana y el Saint Regis Bahia Beach, un complejo turístico en el municipio de Río Grande, al este de la isla.
De acuerdo con Sánchez, en este momento de recuperación de la isla, "nos toca, en sociedad con el Gobierno, seguir impulsando el desarrollo turístico, ya sea mejorando las experiencias de la oferta hotelera y aumentando la demanda en el mercado".
Sánchez participa en Nueva York de la 41ª Conferencia Internacional de Inversión en la Industria Hotelera de la Universidad de Nueva York (NYU), la más importante en EE.UU junto a sus socios y vicepresidentes José Delgado y Armando Vilas.
La delegación de la isla está encabezada por su gobernador Ricardo Rosselló, quien aseguró durante una rueda de prensa en el inicio de la Conferencia, que la isla es "el mejor y más competitivo lugar para invertir", así como por la Compañía de Turismo, Carla Campos, agencia gubernamental que por primera vez coauspicia el evento, en un hotel en Manhattan..
"Queremos elevar el nivel de conocimiento de Puerto Rico acá en Nueva York. Esta es la conferencia más importante en la industria. Queremos que la gente siga hablando de Puerto Rico, que entienda de las oportunidades que existen para fomentar esa economía del visitante", indicó Sánchez, que hoy participó en un foro sobre los complejos turísticos.
Delgado destacó por su parte que en el tema de los complejos turísticos, Puerto Rico tiene diversas experiencias que ofrecer al visitante "algo que competidores nuestros en el Caribe no necesariamente tienen".
Se refirió a que turistas de los complejos con ofertas "todo incluido" no salen de la zona de los hoteles, contrario a Puerto Rico que cuenta con alternativas tanto en la costa como en montañas.
"Tenemos diferencias competitivas que la República Dominicana, Cuba u otros países en el Caribe no pueden ofrecerle tanto a viajeros como a inversionistas", indicó por su parte Vilas, que recordó que por ser parte de EE.UU. el turista local no necesita pasaporte, además del uso del dólar y otros atractivos de primera mano.
La Conferencia continúa mañana, cuando el gobernador Rosselló hablará sobre nuevos proyectos que se desarrollarán en la isla, mientras que Campos lo hará sobre los incentivos que se ofrecen a los inversores.

El gobernador Rosselló promueve en Nueva York Puerto Rico como destino turístico

NUEVA YORK.- El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, aseguró este lunes durante la apertura de la mayor convención en EE.UU. de turismo que la isla es "el mejor y más competitivo lugar para invertir" y que está lista para continuar con el desarrollo y atraer turistas, tras dejar atrás los huracanes de 2017.

Puerto Rico participa este año, por primera vez, en la edición 41ª de la Conferencia Internacional de Inversión en la Industria Hotelera de la Universidad de Nueva York (NYU), el principal foro de este tipo en el país que reúne a unos 2.000 ejecutivos de alto perfil.
"Muchos de ustedes pueden haber visto la devastación causada por desastres naturales en Puerto Rico y pueden haber leído de algunos retos económicos que tuvimos en el pasado", indicó Rosselló durante la conferencia de prensa que inauguró el evento, en la que afirmó que la reconstrucción de la industria turística es un elemento clave del plan de recuperación.
Destacó que la isla ofrece beneficios económicos, mejores que otros lugares en EE.UU., y mencionó los créditos y exenciones contributivas y la llamada Zona de Oportunidad, un programa federal que permite la inversión de fondos en comunidades con problemas fiscales que necesitan desarrollo, lo que crea empleos.
"Contrario a EE.UU., que es de un 20 por ciento, en Puerto Rico es casi toda la isla" designada Zona de Oportunidad, explicó el gobernador puertorriqueño, que destacó además como elementos claves la ubicación geográfica de la isla, el ser parte de EE.UU., que permite que los turistas locales no necesiten pasaporte, y la hospitalidad de los puertorriqueños.
También destacó como valor añadido al desarrollo turístico la rehabilitación del sistema de energía eléctrico y de las carreteras, entre otras infraestructuras, tras el azote en septiembre del 2017 de los huracanes Irma y María.
"Entre todas esas cosas y el atractivo natural de Puerto Rico, lo posicionan como el lugar más competitivo para invertir en hotelería y turismo", aseguró.
"El mensaje es que estamos abiertos para hacer negocios y demostrar que Puerto Rico es un lugar único para invertir y para vivir", agregó Roselló.
"Sé que todo el mundo ha visto los retos que hemos tenido, tanto fiscales como de la madre naturaleza pero tenemos ahora una oportunidad sin precedentes y quiero traer la atención de que hay una ventana de oportunidad para construir y hacer de Puerto Rico una economía más vibrante y que los que inviertan van a estar en una mejor posición", afirmó.
Rosselló, que está acompañado por la directora de la Compañía de Turismo, Carla Campos, indicó que como parte de esta nueva etapa de la isla hay nuevos proyectos de hotelería, algunos que están por comenzar, que se desarrollarán cumpliendo con nuevas normas ecológicas como la energía renovable, con los que tienen previsto duplicar a 30.000 las habitaciones disponibles.
Indicó que ya para el 2020 tendrán las primeras 2.500 habitaciones de la nueva meta que se han impuesto. "Es parte de la iniciativa porque ahora tenemos un brazo de promoción de la isla, 'Discover Puerto Rico', que nos ayuda junto con la Compañía de Turismo a promover más efectivamente a los visitantes", señaló.
Agregó que los resultados de esa labor en conjunto "ya se ven" porque la isla ya ha logrado volver a los niveles "pre María" de turismo y que la tendencia es que eso continuará creciendo "y si queremos seguir creciendo en turismo vamos a necesitar habitaciones para poder hospedar a los visitantes y hacia eso se dirige la inversión".
Durante la conferencia de prensa se anunció un acuerdo de colaboración entre el Gobierno de la isla y la Escuela de Estudios Profesionales de la Universidad de Nueva York (NYU, en inglés) que enviará a estudiantes en el 2020 a la isla.
"Son estudiantes que se desarrollan en esta área (turismo) y van a Puerto Rico porque se ha convertido en un modelo de cómo se puede volver (recuperarse) después de una devastación", dijo Rosselló.
El decano asociado del Centro para la Hostelería Jonathan M. Tisch, de la Escuela de Estudios Profesionales de la NYU, Nicolas Graf, indicó que aún no se han detallado los proyectos en los cuales participarán y que serán definidos con la Compañía de Turismo de la isla.

Por qué EEUU y China están más cerca que nunca de la guerra total / Pablo Pardo *

China tiene que evitar caer en dos trampas. Una, la trampa de los ingresos medios. La otra, la trampa de Tucídides.

Así de claro se lo dijo el presidente chino Xi Jinping a Soraya Sáenz de Santamaría en la mañana del 24 de noviembre de 2016, cuando los dos se reunieron en Las Palmas de Gran Canaria. Era una visita más protocolaria que otra cosa. Xi regresaba de América Latina y, como habían hecho sus predecesores Hu Jintao en 2005 y 2012 y Jian Zemin en 2001, hizo una escala de una noche en Canarias. 

La información de la visita en las webs del Gobierno chino es un comunicado oficial intrascendente. En ningún momento se recoge que el hombre que ha acumulado más poder en la Historia de China desde que murió Mao Zedong en 1976 reflexionara con la vicepresidenta del Gobierno español sobre el futuro de su país.

La trampa de los ingresos medios es la incapacidad de un país para salir completamente de la pobreza y entrar en el mundo industrializado. Es algo visible sobre todo en América Latina, cuyas dos grandes potencias -Brasil y México- nunca alcanzan sus expectativas, pero que se da en el resto de esa región y también en África y Asia.

Pero lo que justo dos años y medio después del encuentro de Gran Canaria se ha convertido en la frase obligatoria para explicar la geopolítica mundial es la otra trampa mencionada por Xi: la de Tucídides, el general ateniense que, tras ser desterrado de la ciudad, escribió, literalmente a medida que iba sucediendo, la guerra de 27 años entre Atenas y Esparta que acabó con la aniquilación de la primera. 

Más de 2.400 años después de su muerte, el padre de la historiografía se ha transformado en el padre de la futurología. Porque, las 368 páginas de La Guerra del Peloponeso son la mejor explicación para saber lo que está sucediendo -y lo que puede llegar a suceder- entre China y Estados Unidos. Lo único que tiene que decidir el lector es quién es el equivalente moderno de los contendientes. O sea, quién es Atenas y quién es Esparta.

Todo está contado por alguien que combatió en esa guerra y fue desterrado por perder una batalla: el propio Tucídides. Así que no sólo es historia; también es una autobiografía política. Hasta el nombre está cargado de ideología. Tucídides, ateniense, quiso poner el conflicto en el Peloponeso, donde estaba Esparta, en lugar de en el Ática, que es la región ocupada por su ciudad. Ya lo puso Cervantes en su Quijote, y luego Borges le dio la vuelta a la misma frase en su Pierre Menard: «La verdad, cuya madre es la Historia...».

Spoiler: lo que lea no le va a gustar. No es que el final sea una sorpresa, porque eso se decidió hace 2.423 años. Lo peor son los personajes. Según Tucídides, la política internacional se rige por tres factores: miedo, honor (hoy lo llamaríamos orgullo o hipernacionalismo) e interés, «siendo el miedo el principal, con los otros dos detrás».

En La Guerra del Peloponeso, la democracia ateniense puede ser mucho más brutal que la oligarquía espartana. «Los fuertes hacen lo que pueden hacer, y los débiles sufren lo que tienen que sufrir», dicen los representantes de la democrática Atenas a los pacíficos habitantes de Milo antes de arrasar la ciudad, matar a todos los hombres y hacer esclavos a todos los niños y mujeres. Incluso el hombre al que en Europa se considera modelo de estadista, el ateniense Pericles, es un demagogo que hace que su ciudad-estado «sea una democracia sólo en el nombre».

Y, para acabar de preocuparnos, está la razón por la que la guerra estalla. En palabras de Tucídides, «lo que hizo la guerra inevitable fue el crecimiento del poder de Atenas y el temor que eso causó en Esparta». En otras palabras: si una gran potencia debe hacer frente a la irrupción de un rival, la guerra es única manera de preservar el status quo.

Y, para muchos, lo que está iniciando Donald Trump contra China es una guerra económica. Una guerra económica que, para otros, no es más que la continuación de un ataque sistemático que Pekín lleva lanzando desde hace décadas, copiando patentes industriales, sometiendo sus empresas a los dictados del Partido Comunista y de las Fuerzas Armadas, y exigiendo ser considerada una economía en vías de desarrollo a la hora de recibir tratamiento preferencial en aduanas y en organismos internacionales como el Banco Mundial, pese a que es capaz de poner a hombres en el espacio exterior.

Es una guerra económica que puede definir el futuro de ambos países. Como declaraba esta semana en una nota a sus clientes Bank of America, el segundo mayor banco de Estados Unidos, «la actual guerra comercial podría permitir a EEUU permanecer como poder hegemónico del mundo en las próximas décadas». Así, detrás del boicot a Huawei y de los aranceles, está la supremacía mundial. 

Esparta contra Atenas, 25 siglos más tarde.
Pero la popularización de la Guerra del Peloponeso para entender la política del siglo XXI se debe a un estadounidense de 79 años nacido en la ciudad de Charlotte, en Carolina del Norte. Se llama Graham Allison, lleva 34 años asesorando a los secretarios de Defensa de EEUU, y ha sido decano de la escuela de relaciones internacionales Kennedy de la Universidad de Harvard, y director del Centro Belfer de esa misma institución. Su salto a la fama se produjo en 2017 con una tesis atractiva por su simplicidad: en el 75% de los casos en los que países emergentes disputaban a potencias ya establecidas la supremacía, el resultado era una guerra.

El resto lo hizo una expresión fácil de recordar: la trampa de Tucídides. Y, también, un libro de título alarmante publicado en 2018: Destinados a la guerra. ¿Pueden Estados Unidos y China eludir la trampa de Tucídides? Así es cómo en el taquillazo de Hollywood Wonder Woman, el verano pasado, Diana se ponía a hablar de Tucídides para seducir al malo de la película, el general alemán Ludendorff. Antes lo habían hecho, en el mundo real, un sinnúmero de generales de verdad y altos cargos de Defensa de EEUU y, curiosamente, de Australia, el país occidental y blanco más cercano a China.

En su análisis, Allison tomó 16 casos en los últimos 540 años. España sale en tres de ellos, pero sólo en uno evita la guerra: con Portugal, por el control de América, en los siglos XV y XVI. En la Guerra Fría, la expulsión por EEUU de la influencia británica de América en el siglo XIX; y la pugna entre Francia y Gran Bretaña, por un lado, y Alemania, por otro, por el control de Europa tras la caída del muro de Berlín también se evita el derramamiento de sangre. Allison explica esas soluciones pacíficas con justificaciones diferentes en cada caso.

El modelo no ha convencido a todos. Es mecanicista. Es determinista. Ignora que el exceso de confianza -por ejemplo, en la invasión de Irak o, a un nivel aún más grave, en la de Polonia por Alemania que desencadenó la Segunda Guerra Mundial- provoca muchas más guerras que el miedo. Y es eurocéntrico - u occidental-céntrico- y, por tanto, no es aplicable a un país como China, tan diferente de Occidente que en 4.000 años de Historia jamás ha conocido algo tan europeo como una sola guerra de religión.

Otros lo ven como una manera de empaquetar de manera fácil la vieja teoría del Realismo ofensivo en relaciones internacionales. «En un mundo anárquico, sin una policía ni unos juzgados globales, los países sólo están preocupados por su supervivencia y por su poder relativo», explica el decano de la IE School of Global and Political Affairs, Manuel Muñiz. 

Así, Allison simplemente habría reducido a un eslogan a lo que a John Mearsheimer le llevó 592 páginas en su clásico The Tragedy of Great Power Politics, publicado hace 18 años. Para Mearsheimier, el mundo sigue como con Tucídides. Por eso, en la década de los 90, este profesor de la Universidad de Chicago defendió que Ucrania se quedara con parte del arsenal nuclear soviético. Lo que entonces fue visto como una locura cobró sentido en 2014, cuando Rusia invadió Ucrania.

La cuestión es que posiblemente tanto Xi como Trump compartan la visión de Tucídides. Los dos son nacionalistas. Los dos proceden de culturas que se consideran a sí mismas el centro del mundo. Y que, pese a ser los países más poderosos de la Tierra, tienden a verse vulnerables y rodeados de enemigos en un mundo hostil.
Y, ahora, los chinos parecen, también, haber abrazado el pensamiento de Tucídides. O eso se deduce del relato hecho a Papel por Adam Posen, presidente del think tank de Washington Peterson Institute for International Economics y ex miembro del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra.

Hace dos semanas Posen estuvo en China, y allí tuvo una reunión que recuerda en estos términos: «Fue con un alto cargo del Politburó. Cada año nos vemos con ellos, con la idea de que quieren enviar un mensaje a Estados Unidos a través de nosotros. Este año, lo curioso es que recibimos una lección de 15 minutos en los que nuestro anfitrión sólo paró para dejar trabajar al traductor y para recuperar aliento antes de volver a repetir que esto es un choque de civilizaciones. Y algunas cosas eran extremas. 

Tal vez fuera que estaba de mal humor. O que había leído lo que había dicho el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, sobre China. No lo sé. Pero fue muy directo: Estados Unidos tiene una política exterior tan agresiva porque es una cultura mediterránea, lo que significa que tiene divisiones internas y está obsesionado con la religión. No mencionó ni una sola vez ni a Mao ni a Marx, ni dijo nada de la lucha de clases. Todo fue historia, geografía y cultura».


(*) Periodista español