viernes, 10 de junio de 2016

El secretario del Tesoro urge al Senado a aprobar el plan para la deuda de Puerto Rico

WASHINGTON.- El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew, urgió anoche al Senado a acelerar la tramitación de la ley que permitirá a Puerto Rico reestructurar su deuda antes de que el 1 de julio tenga que liquidar más de 2.000 millones a sus acreedores.

"El tiempo es esencial. El 1 de julio, Puerto Rico se enfrenta a casi 2.000 millones en pagos con dinero que no tiene y sin esta ley, Puerto Rico se enfrenta al caos", aseguró Lew en un comunicado.
La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó anoche el proyecto de ley para atajar la deuda fiscal de Puerto Rico, que establece la creación de una junta de control fiscal sobre el Gobierno de la isla para controlar la elaboración y cumplimiento de los presupuestos y facilitar la reestructuración de la deuda.
La votación del proyecto, cuyo acrónimo es "Promesa", resultó con 297 a favor y 127 en contra y tuvo lugar tras una intensa jornada en la que el presidente de la Cámara, el republicano Paul Ryan, argumentó que el proyecto no tendrá coste alguno para los contribuyentes estadounidenses.
"Quiero felicitar a la Cámara de Representantes por haber aprobado una legislación crítica para hacer frente a la deuda de Puerto Rico. Es un compromiso bipartidista y, pese a que no es perfecto, permitirá a Puerto Rico reducir los pagos de deuda y enfocarse en construir una economía saludable", señaló Lew.
"Solo con el trabajo continuado del Congreso se puede evitar que la situación de Puerto Rico empeore. Urjo al Senado a adoptar el proyecto de ley sin el menor retraso", apuntó Lew.

La Cámara Baja de EE.UU. avanza una ley para atajar la deuda de Puerto Rico

WASHINGTON.- La Cámara de Representantes de EEUU aprobó anoche el proyecto de ley para atajar la deuda fiscal de Puerto Rico, que establece la creación de una junta de control fiscal sobre el Gobierno de la isla para controlar la elaboración y cumplimiento de los presupuestos y facilitar la reestructuración de la deuda.

La votación del proyecto, cuyo acrónimo es "Promesa", acabó con 297 a favor y 127 en contra, y se celebró tras una intensa jornada en la que el presidente de la Cámara, el republicano Paul Ryan, argumentó que el proyecto no tendrá coste alguno para los contribuyentes estadounidenses.
"Ya que Puerto Rico es un territorio estadounidense, en última instancia la responsabilidad es del Congreso, tal y como dice la Constitución", argumentó Ryan, quien en esta ley ve uno de sus mayores logros desde que llegó a la Presidencia de la Cámara Baja en octubre pasado.
Según resumió, los objetivos de "Promesa" son "proteger a los contribuyentes estadounidenses, impedir que la crisis de deuda de Puerto Rico se convierta en un desastre humanitario y poner a Puerto Rico en el camino hacia la recuperación".
El texto sometido a votación fue consensuado tras semanas de negociaciones entre demócratas y republicanos, y cuenta con el "fuerte apoyo" de la Casa Blanca, por lo que ahora deberá pasar por el Senado, donde no se espera que tenga grandes obstáculos, para después ser aprobado por el presidente de EEUU, Barack Obama.
La líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, quien ha participado de las discusiones sobre el contenido de la ley, explicó que la junta de supervisión será nombrada por el mismo Obama, quien deberá "poner en práctica la reestructuración como se describe en esta legislación".
"Sobre una base bipartidista, presentaremos nombres al presidente de inmediato para que pueda nombrar a la junta de supervisión. Es mi compromiso asegurarme de que los demócratas de la Cámara logren que Puerto Rico esté representado en este equipo", agregó Pelosi sobre uno de los asuntos más espinosos del texto legislativo.
Pelosi reiteró que, además de la junta de supervisión, la legislación también contiene un grupo de trabajo, cuya tarea es analizar los impedimentos que existen en la ley federal para promover el crecimiento económico de Puerto Rico.
Bajo la nueva ley, la junta de supervisión fiscal podría anular cualquier ley por parte del Gobierno de Puerto Rico que considere una violación de "Promesa" y también puede obligar al Gobierno puertorriqueño a vender activos, fusionar agencias y despedir empleados gubernamentales.
La junta tendría el poder de convocar audiencias, citar testigos, requerir información y estados financieros auditados del gobierno puertorriqueño y se le permitiría imponer sanciones penales por proporcionar información falsa o violar órdenes de la junta.
En este sentido, el representante demócrata Luis Gutiérrez, de origen boricua, dijo durante su intervención que la evaluación de la medida fue "una actividad totalmente antidemocrática en la democracia más grande del mundo".
"Esta no es mi promesa. Mi promesa es que el pueblo de Puerto Rico se respete y que no se les trate como si fueran esclavos colonizados. Yo rechazo esta propuesta, y les digo que mi promesa es clara; trabajar para defender", aseguró Gutiérrez.
La Casa Blanca emitió un comunicado en el que expresa su respaldo al texto aunque también sus preocupaciones sobre algunas disposiciones que pueden ser abusivas en materia de salario mínimo o el reconocimiento de horas extra para los trabajadores.
"Mientras que el proyecto de ley incluye disposiciones a las que el Gobierne se opone, en general, el Ejecutivo cree que el compromiso de esta legislación es mejor que la situación actual y es necesaria para proteger el bienestar de 3,5 millones de estadounidenses y crear un camino hacia la recuperación", agregó la nota.